jueves, 15 de octubre de 2015

GRAVES DISCREPANCIAS ENTRE CEPAL Y EL FMI

(Artículo de Sergio Arancibia publicado en la edición digital de TAL CUAL el día 15 de Octubre de 2015.)


La Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina, CEPAL, y el Fondo Monetario Internacional, FMI - que son organismos internacionales  que tienen una cierta tradición y prestigio en lo que se refiere a la emisión de estadísticas y pronósticos sobre la economía mundial y/o de determinados países  - han emitido recientemente pronósticos bastante diferentes sobre lo que es dable esperar en relación a la economía venezolana durante este año y el próximo. Para la Cepal, el PIB de Venezuela caerá durante el año 2015 en un 6.7 % con relación al nivel alcanzado en el año inmediatamente anterior, en el cual también se había ya presentado una baja con respecto al 2013. Para el año 2016 el pronóstico de la Cepal es que la caída de la economía de Venezuela continuará, presentando en ese año un bajón de 7.0 %. Tres años seguidos de retroceso  económico.  Año tras año, el ingreso de Venezuela y de los venezolanos en menor.

Pero para el FMI las cifras son diferentes. En la reunión anual que acaba de realizarse en Lima este organismo dio a conocer sus proyecciones y manifestó que espera para el año 2015 una caída de 10 % en el PIB de Venezuela. Para el próximo año la caída esperada será de 6 %.

Como se puede ver - a pesar de las discrepancias - hay coincidencias  importantes: todos pronostican que Venezuela va mal y que seguirá mal. Las diferencias se ubican en el campo de las cifras precisas que son dable espera de la increíble política económica que lleva adelante el actual gobierno venezolano.
Esas discrepancias estadísticas pueden obedecer a varias causas. En primer lugar, al hecho de que cada organismo que trabaja con estadísticas tiene metodologías diferentes, y por lo tanto llegan a resultados que no son necesariamente iguales. Por ello es importante que casa organismo que emite estadísticas - en Venezuela o en cualquier otro país -   explicite sus criterios metodológicos.

En segundo lugar, Venezuela ha dejado de hacer públicas sus estadísticas económicas más importantes. Al no haber estadísticas ni datos macroeconómicos oficiales, cada organismo se ve en la necesidad de echar mano a fuentes muy indirectas para realizar sus proyecciones. Hay que tener en cuenta que normalmente los organismos internacionales no levantan directamente estadísticas económicas sobre los países que analizan, pues esa es una tarea que corresponde a los organismos oficiales de cada país. A partir de la información oficial entregada por cada gobierno se hacen posteriormente las compatibilizaciones internacionales y las correcciones metodológicas que se estiman necesarias para llegar a cifras que tengan sentido sobre todo en el campo de la comparaciones internacionales. Pero los organismos públicos de Venezuela – especialmente el Banco Central de Venezuela y el Instituto Nacional de Estadísticas -  no entregan cifras ni a la opinión pública venezolana y mucho menos a la opinión pública internacional. Silencio absoluto. La política del avestruz llevada al campo de la política económica. Metiendo la cabeza debajo de la tierra, se asume que los problemas no existen.

La otra razón que puede existir para estas discrepancias respecto al bajón venezolano es que la política económica que se lleva adelante en el país es heterodoxa en  tan alto grado, que echa por  tierra toda la capacidad de la ciencia económica contemporánea - basada en alta medida en la racionalidad de los actores políticos y económicos - para poder predecir que sucederá en el futuro cercano. Con cuatro tipos de cambio, una inflación de 150 % o más, cierres  fronterizos para impedir las exportaciones, controles de precios que nadie respeta y controles de todo tipo no hay modelo estadístico ni econométrico que pueda captar toda la rareza de lo que está sucediendo en Venezuela. Lo único claro es que vamos “cuesta abajo en la rodada” como dice el viejo tango gardeliano.  Sobre todo lo demás hay debates y legítimas discrepancias.     

sergio-arancibia.blogspot.com

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