viernes, 17 de agosto de 2012

LO CAMBIARIO Y LO ARANCELARIO


(Artículo de Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 17 de Agosto del 2012.)

En el sistema comercial internacional imperante hoy en día lo cambiario es mucho más importante que lo arancelario, como mecanismo de protección de la producción nacional.   
Veamos. Venezuela tiene un arancel promedio cercano al 10%. Eso quiere decir que todas las mercancías que entran a su territorio aduanero se encarecen en un 10% por el hecho de cruzar esa imaginaria línea fronteriza. Si en vez de tener un arancel promedio de 10 % tuviéramos un arancel de 20% las mercancías producidas dentro del país quedarían mayormente protegidas de la competencia externa, pues los precios de las mercancías importadas se verían artificialmente incrementados y estas quedarían, por lo tanto, en una situación  menos competitiva en el mercado nacional. Pero si el dólar, en vez de tener un  costo en moneda nacional de 4.3 bolívares por dólar, tuviera un costo de 5.4 bolívares por dólar, lo cual equivale a un precio un 25 % más elevado que el actual, entonces las mercancías extranjeras tendrían también un precio un 25 % más elevado y serían menos competitivas en el mercado nacional, con independencia de lo que suceda en el campo arancelario.
Podría incluso, en un caso imaginario, elevarse la tasa de cambio a 5.4 bolívares por dólar y eliminarse totalmente los aranceles, y de todos modos la producción nacional quedaría más protegida que con un arancel de 10%  o incluso de 20 %, pero con una tasa de cambio a 4.3 bolívares por dólar. 
Hace cien años atrás, cuando todas las monedas tenían una relación fija con el oro, y eso hacía que todas tuvieran una relación fija entre ellas, la manipulación cambiaria era mucho más difícil y era mucho más penada o mal vista desde el punto de vista de la institucionalidad económica, comercial y monetaria prevaleciente. Pero hoy en día, cuando el patrón oro y el patrón dólar son cosas del pasado, las variaciones cambiarias y monetarias  – cuando no la manipulación o la especulación pura y simple- son cosas de todos los días.
LOS ARANCELES
Mucho se discute hoy en día si Venezuela será capaz de resistir una reducción a cero de los aranceles para las mercancías provenientes del Mercosur. Es obvio que si los aranceles promedios bajan de 10 % a cero, para las mercancías provenientes de esa zona, la producción nacional quedará más desprotegida que hoy en día, y las mercancías argentinas y brasileñas ganarán una parte importante de nuestro mercado. Pero una medida arancelaria de esa naturaleza no tendría ninguna importancia si paralelamente se devalúa la moneda nacional, o dicho en otras palabras, si se la saca de la sobrevaluación en que hoy en día se encuentra. Con niveles arancelarios relativamente bajos como los hoy en día vigentes, es altamente probable que lo que se gana en protección por la vía de lo cambiario, más que compense lo que se pierde de protección por la vía arancelaria.
La búsqueda de una combinación adecuada de rebajas arancelarias y de devaluación de la moneda es el gran problema económico del próximo gobierno. Se trata, indudablemente, de una ecuación delicada, pues una devaluación muy fuerte podría tener un impacto igualmente fuerte sobre la inflación, que es una cuestión que debe ser cuidadosamente atendida por cualquier gobierno.
Pero no parece ser por razones de política anti inflacionaria que el gobierno saliente se niega a devaluar. Hay varias razones adicionales. Una de ellas es hacer barata la fuga de capitales para los viejos y los nuevos ricos, que pueden comprar dólares baratos para sacarlos del país y acumular fondos en el exterior.
SALIDA DE CAPITALES
Nunca en la historia del país ha habido tanta salida de capitales hacia el exterior como en la actualidad. Los otros que se ven favorecidos con esta política de dólar barato son los importadores con acceso a Cadivi. Nunca como ahora se ha importado tanto, de tantos bienes suntuarios.  La otra razón poderosa para mantener un dólar barato es enteramente política: dice relación con la necesidad de maltratar y eventualmente hace desaparecer a los productores y exportadores locales – la peligrosa burguesía nacional- que no logran competir en condiciones de sobrevivencia con los productos importados.  Es obvio que un nuevo gobierno, más nacionalista o más patriótico, tiene que introducir cambios en esta política cambiaria, aun cuando en forma pausada, dosificada  y negociada.
sergio-arancibia.blogspot.com








viernes, 10 de agosto de 2012

¿CUANTO EXPORTAMOS AL MERCOSUR?


(Artículo de Sergio Arancibia publicado en TAL CIUAL el día 10 der Agosto del 2012)



Aun cuando parezca sorprendente, las estadísticas de comercio exterior que se publican en Venezuela -por parte de los organismos oficiales -  tienen la extraña peculiaridad de que no incluyen las ventas internacionales de petróleo discriminadas por países.  En la balanza de pagos figuran las exportaciones globales de petróleo que realiza el país, pero no es posible encontrar en ninguna publicación estadística venezolana, datos sobre las exportaciones petroleras que se le hacen a un país determinado. Si usted quiere saber cuánto petróleo se le vende a Argentina o a Brasil, por ejemplo, se encuentra con que eso es un secreto de Estado. Ni Pdvsa, ni el INE, ni el BCV publican datos al respecto.
Sin embargo, ese es un secretismo absolutamente sin sentido en el mundo contemporáneo, pues lo que para Venezuela es un secreto para los demás países no lo es. Por lo tanto, las estadísticas de comercio exterior de Argentina, o de Brasil - para seguir con el ejemplo - explicitan sin problema alguno cuanto petróleo le han comprado a Venezuela.
De eso se deduce que para conocer con mayor credibilidad a cuánto asciende el comercio de Venezuela con los otros cuatro países que conforman el Mercosur, lo más conveniente es ir a las fuentes estadísticas argentinas, brasileñas, uruguayas o paraguayas.
 Argentina -para partir por orden alfabético - declara compras en Venezuela, en el año 2011, por un monto de 23.7 millones de dólares. De esa cantidad, por lo menos 8 millones son compras de urea, producida por Pequiven, que sigue las aguas de Pdvsa en materia de secretismo. Las ventas que Argentina declara haber realizado a Venezuela en el año 2011, a su vez,  ascienden a 1.870 millones de dólares.
De esas cifras se deducen por lo menos tres cosas de suma importancia: por un lado que la asimetría comercial entre ambos países es sideral. En segundo lugar, que Argentina no es ni será un mercado relevante para las ventas de petróleo por parte de Venezuela -pase lo que pase con el Mercosur - pues Argentina es un país petrolero, que produce y exporta petróleo, aun cuando no en los niveles de Venezuela. Y en tercer lugar, que las ventas no petroleras son también sumamente modestas – 15 millones de dólares -  a pesar de las buenas relaciones políticas que han habido entre los gobiernos de ambos países en los últimos años.  
DESBALANCE
Si vemos la situación que presenta Brasil, tenemos que declara compras en Venezuela, en el año 2011, por el orden de los 1.379 millones de dólares. De esa cantidad, aproximadamente 800 millones son de productos derivados del petróleo, producidos y exportados por PDVSA, tales como nafta, coque, hulla, negro de humo y querosene. Las ventas brasileñas  a Venezuela, a su vez, alcanzan a 4.588  millones de dólares. Nuevamente el desbalance comercial es sustantivo. Pero en este caso, las compras del paquete petrolero son mayores, aun cuando todo indica que Brasil camina hacia el autoabastecimiento de petróleo y sus derivados y hacia la exportación de esos productos, en la medida en que se pongan en explotación los yacimientos que se han descubierto costa afuera.
El caso de Paraguay es diferente: casi el 100 % de lo que le compró en el año 2011 a Venezuela es gas oil, pero esas ventas sólo suman 194 millones de dólares. Las ventas en sentido contrario suman aproximadamente 35 millones de dólares.
Con Uruguay la situación es la siguiente: le compra a Venezuela 397 millones de dólares en petróleo crudo, lo cual representa el 99.66% de todas las compras uruguayas  a Venezuela. Le vende a Venezuela productos por un monto de 281 millones de dólares. 
BAJAS EXPORTACIONES
En síntesis, los países grandes del Mercosur no son un mercado relevante para el petróleo venezolano. Los países pequeños, a su vez,  serán clientes venezolanos en la medida en que Venezuela mantenga sus generosas condiciones de precios y formas de pago y/o en la medida  en que los socios grandes no alcancen plenamente su rol de exportadores de petróleo:  caminan hacia allá, y en el momento en que lleguen,  pasarán a ser competidores de Venezuela en esos mercados tan cercanos.  En cuanto a las exportaciones no petroleras, éstas son bajas y mientras no exista en Venezuela una política clara y sostenida de promoción de exportaciones, seguirán en ese nivel

viernes, 3 de agosto de 2012

¿CUANTOS SE ACUESTAN CON HAMBRE?


(Artículo de Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 3 de Agosto de 2012.)


El candidato de la MUD, Henrique Capriles Radonski, afirmó recientemente que cuatro millones de venezolanos se acuestan todos los días con hambre. Esa afirmación causó las iras del Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, quien manifestó inmediatamente que esa cifra no se correspondía con la verdad.
En realidad en Venezuela, según la cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, INE, hay actualmente poco más de 9 millones de pobres. Para ser más exactos, son pobres hoy en día 9.080.941 ciudadanos, equivalentes al 31,9 %  de la población. Pobres son - para este organismo que se supone rector en materia de estadísticas económicas y sociales  a nivel nacional - aquellas personas que provienen de familias de 5.2 componentes que perciben menos de 3.900 bolívares al mes, o aquellas personas que tienen condiciones de ingresos similares a los que presenta una familia de esas características. En estos ingresos familiares entran los salarios regulares o irregulares, con todos sus bonos, más jubilaciones, subvenciones, becas, etc. Si todos los ingresos de todos los miembros de la familia, suman menos de 3.900 bolívares al mes, la familia y sus componentes son considerados como pobres para las estadísticas oficiales.
Eso significa un ingreso diario de aproximadamente 130 bolívares diarios para 5.2 personas, lo cual a su vez se traduce en 25 bolívares diarios por persona, para efectos de movilizarse, educarse, recrearse y alimentarse mediante tres golpes al día.
HAY HAMBRE
Esa cantidad - 25 bolívares diarios por persona - no es el ingreso promedio de las familias pobres, sino que se trata del ingreso máximo para ser consideradas pobres. Si se gana más que esa cantidad, se deja de ser considerado pobre. Se supone que el grueso de esos 9 millones de venezolanos que son oficialmente pobres ganan menos que esos 25 bolívares diarios.
Con esa cantidad es bien difícil que nadie pueda alimentarse medianamente bien, tres veces al día. Si uno supone que la mitad de los 9 millones de pobres no alcanza a ingerir en la noche algo parecido a una cena, entonces es enteramente posible suponer que no sólo 4 millones, sino 4.5  millones de ciudadanos de este país, como mínimo,  se acuesten con hambre. El hambre, a su vez, se traduce en desnutrición y en mayor vulnerabilidad frente a enfermedades, lo cual reduce los índices de rendimiento escolar, en el caso de los niños, y los índices de productividad, en el caso de los adultos.
Es enteramente posible, además, que una buena parte de los que no se acuestan con hambre, pero son oficialmente pobres, tengan una dieta rica en calorías y carbohidratos, pero muy deficitaria en proteínas y vitaminas.
CIFRAS OCULTAS
Desgraciadamente en el país son muy escasas las cifras accesibles y confiables respecto a la desnutrición en niños y/o en adultos. Una institución que goza de prestigio en este campo es  Fundacredesa, la cual,  aun siendo una institución oficial, da cuenta de estudios serios al respecto. En uno de ellos, reciente,  referido no exactamente a la desnutrición, pero sí a la falta o exceso de peso, se visualiza, según cifras iniciales, que en el eje Centro Norte Costero de Venezuela, entre los niños de 0 a2  años de vida, el 6.5 % sufre de déficit de peso, mientras que el 12,8 % sufre de exceso de peso, lo cual es también una situación anómala, que es en alta medida consecuencia de una alimentación inadecuada.  En los niños un poco mayores, entre 2 y 4 años,  el déficit de peso es de 6.8 % y el exceso de peso de 10.9 %.
En síntesis, los problemas del hambre y de la mala alimentación existen en niveles masivos en Venezuela y el primer requisito parta buscarle solución es reconocer su existencia.

jueves, 2 de agosto de 2012

L A MEDICION DE LA POBREZA EN VENEZUELA.


(Articulo de Sergio arancibia publicado en TAL CIUAL el día 2 de Agosto de 2012.)


Según información publicada en el diario El Universal, en su edición de fecha 28 de Julio, el Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, habría dicho recientemente que la pobreza descendió en Venezuela desde el 21 % de la población, en 1998, a un nivel de 7 %, en el presente.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, los datos que menciona el Sr. Presidente no se corresponden con la pobreza, sino con la extrema pobreza. Según esa institución, que se supone rectora en materia de estadísticas a nivel nacional, la pobreza en el país, si se mide por la cantidad de hogares que están en esa situación, paso de 48.1 %, en el segundo semestre del año 1997,  a 26.8 % en el primer semestre del 2012. Si en vez de calcular la cantidad de hogares en situación de pobreza, se mide la cantidad de individuos que están en esa situación, las cifras son de 54.5 % en 1997 y de 31.9 en Junio de este año, siempre y cuando se acepten como buenas las cifras que publica el INE.  
No es lo mismo, por lo tanto, hablar de pobreza que hablar de extrema pobreza. Se trata de conceptos diferentes, económica y estadísticamente hablando. 
Los extremadamente pobres se definen, en Venezuela, en función de la capacidad de una familia de adquirir en el mercado una cierta cantidad de productos que se supone que permiten alimentar a una familia de 5.2 personas. Esa canasta alimentaria la calcula el propio INE, y para Junio de este año 2012, se ubicaba en 1.831.55 bolívares.  Todas las familias que no alcanzan a  llegar a ese ingreso al mes, sumando el ingreso salarial o no salarial de todos los miembros de la familia - incluidos subsidios, becas, jubilaciones, etc,-  se consideran extremadamente pobres.

LA CANASTA
Todas las familias de 5.2 personas que perciben ingresos mensuales totales entre cero y dos veces el costo de la canasta alimentaria, es decir, todas las familias que perciben menos de 3.663.1 bolívares al mes, se consideran pobres. La cifra relativa a los pobres, cualquiera que ella sea, incluye a los extremadamente pobres.
  No es difícil llegar a la conclusión  de que la clave de esta medición de la pobreza y de la extrema pobreza radica en la definición y en  medición que se haga de la canasta alimentaria.
Si la canasta alimentaria se ubicara en mil bolívares mensuales, los extremadamente pobres serían estadísticamente menos que lo que son actualmente, pues muchos que ganan, por ejemplo, 1.500 bolívares al mes, dejarían de ser clasificados como extremadamente pobres. En realidad los niveles extremos de pobreza seguirían siendo los mismos, pero las cifras del INE habrían cambiado en forma sustantiva. Por el contario, si la canasta alimentaria subiera a 2 mil bolívares al mes, los que ganan 1.900 bolívares al mes pasarían a  ser considerados extremadamente pobres, en circunstancias que antes sólo eran clasificados como pobres. Al mismo tiempo, los que ganen poco menos de 4 mil bolívares al mes - 3.900 bolívares al mes, por ejemplo- que con la canasta anterior no eran clasificados como pobres en la estadísticas de3l INE, pasarían a engrosar esa categoría.
El centro del problema está, por lo tanto, en la forma en que se define y se calcula la canasta alimentaria. Con la conceptualización actual toda familia de 5,2 personas que gane más de 3.663,1 bolívares al mes - 4 mil bolívares, por ejemplo - no se considera ni se contabiliza como pobre, aun cuando nadie dudaría de que con esa cantidad es imposible que en la Venezuela actual pueda sobrevivir una familia de 5 personas.
LA MEDICIÓN.
La medición que se haga, por lo tanto, del costo de  la canasta alimentaria, determina lo que suceda con respecto a la pobreza. Y como la canasta alimentaria está compuesta sólo por alimentos, es dable suponer que su precio debe subir más o menos al mismo ritmo en que suben los precios de los productos alimenticios. Pero sucede que en el año 2011 los precios de los productos alimenticios subieron en 34,1 %, según el INE, pero la canasta alimentaria subió sólo en 27 %, según el mismo organismo.  La canasta alimentaria se quedó estancada en su precio o subió más lentamente que los productos en ella contenidos. Esa situación, obviamente, conduce a que los niveles de pobreza y de extrema pobreza aparezcan como más reducidos que lo que serían si la canasta alimentaria aumentara al mismo ritmo que los alimentos.
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