(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en EL MUNDO ECONOMÍA Y NEGOCIOS el día 6 de junio de
2012.)
Ya se ha
convertido ya en un lugar común el decir que la innovación es la clave para el
crecimiento de las empresas y de los países. Sin embargo ese problema es lo
suficientemente complejo como para que valga la pena realizar algunas reflexiones
adicionales a las miles de páginas que ya se han escrito al respecto.
La mera
innovación en maquinaria y equipo – que no es, desde luego, la única forma de
innovación - es una tarea relativamente fácil de realizar: basta tener los
fondos suficientes como para poder comprar una maquinaria portadora de una tecnología
más avanzada. Hacer que esa innovación
sea exitosa, sin embargo, es una cosa distinta y mucho más difícil. Requiere,
en primer lugar, tener muy claro cuáles son los objetivos que se buscan con esa
innovación. Puede ser, por ejemplo, que el objetivo sea generar un producto
nuevo, o reducir los costos de los bienes
que se están produciendo – por la vía de utilizar menos insumos- o reducir
los costos de mano de obra. Cada uno de esos posibles objetivos requiere
innovaciones diferentes y lograr uno de esos objetivos no implica
necesariamente lograr simultáneamente los otros.
Otro problema
que hay que enfrentar, muy relacionado con lo anterior, es la selección de la maquinaria y equipo más
apropiada para el objetivo que se tiene por delante. En el mundo actual hay
decenas de proveedores internacionales posibles para cualquier tipo de maquinaria
y equipo. La selección, adquisición, instalación, adaptación, mantenimiento y
reparación de esa maquinaria es un problema técnica y económicamente complejo, que requiere de servicios ingenieriles
que tengan la experticia correspondiente. Si no, se corre el riesgo de comprar
nuevos equipos basado exclusivamente en el menor precio o en las mejores
condiciones crediticias, lo cual traerá seguramente grandes problemas en el
mediano plazo.
También se
requiere, para que la innovación sea exitosa, tener un cálculo, aun cuando sea
aproximado, de los beneficios que eventualmente se obtendrán como resultado de
la innovación, y confrontarlos con los costos de la misma. Puede suceder que
estos últimos sean superiores a los beneficios, en cuyo caso la innovación puede ser técnicamente viable, pero
económicamente no recomendable. Si se lleva adelante la empresa ganará menos, y
no más. Y tener ese cálculo aproximado de los beneficios futuros requiere
conocer el mercado actual- nacional e internacional- , conocer o prever el
crecimiento de ese mercado y tener una hipótesis sobre el porcentaje de ese
mercado que puede ser captado por la empresa antes y después de la innovación. Y esa evolución del mercado no es una
cuestión que pueda ser manejada o controlada por la empresa que eventualmente
realizará la innovación. Se trata
fundamentalmente del comportamiento de un entorno mercantil e institucional que depende en alta
medida de las decisiones de política económica que se tomen en el contexto
nacional y de las vicisitudes del mercado internacional. Es obvio, por ejemplo,
que si el mercado nacional se visualiza
en plena expansión y la competencia internacional es un acicate permanente que
pesa sobre las empresas nacionales, y
se visualiza la permanencia de las
instituciones jurídicas y políticas, las empresas se sentirán altamente incentivadas
a llevar adelante innovaciones. Pero si
el mercado nacional esta contraído y/o enfrentado a una competencia desleal por
parte de las empresas extranjeras, y la
institucionalidad jurídica del país es
objeto de cambios frecuentes e inconsultos, es altamente probable que todo tipo
de innovación se retraiga o se postergue.
Sin perjuicio, por lo tanto, de
las políticas específicas encaminadas a promover el desarrollo científico
técnico del país, y/o de las políticas de incentivo para las innovaciones a
nivel empresarial, el marco general de política económica y la estabilidad del
marco institucional son elementos
fundamentales para posibilitar la innovación que se necesita a nivel micro y
macroeconómico.
Sergio
Arancibia
No hay comentarios:
Publicar un comentario