sábado, 6 de junio de 2015

VENEZUELA RASPADA EN COMPETITIVIDAD

(Artículo de Sergio Arancibia publicado en la edición impresa de TAL CUAL el día 5 de Junio 2015)


Este asunto de la competitividad se refiere a la situación relativa de un agente productivo con respecto a otros especímenes de la misma especie. Una empresa puede haber ganado en calidad y haber bajado sus costos, y pensar, por lo tanto,  que su situación en el mercado le arrojará crecientes ganancias. Pero si las empresas con las cuales compite en el mercado producen una mercancía en que la mayor calidad es más manifiesta y además las mejoras tecnológicas y administrativas han hecho bajar los costos en mayor medida que en la primera empresa mencionada, entonces lo más probable es que la primera empresa haya retrocedido con relación al resto de sus competidoras. En otras palabras la primera empresa está   - de acuerdo a todos los indicadores de calidad, de costos, de tecnología y de administración  - mejor que antes, pero puede que su situación competitiva haya disminuido hasta una situación en que puede estar a punto de salir del mercado. No basta por lo tanto, con avanzar y ser mejor. Hay que avanzar en  forma más rápida, más visible y más profunda que las otras empresas que participan en el mercado. Algo parecido sucede con los países. Hoy en día todos los países compiten entre si para que sus productos sean más baratos, más originales, más avanzados tecnológicamente y de mejor calidad que los  productos de la misma especie producidos por otros países. Cada uno trata de producir más y mejor para poder vender más en el mercado internacional, para comprar menos o para comprar en forma más selectiva solo aquellos bienes que no puede producir internamente. Por todo ello es importante pasar revista a los indicadores  que muestran el grado de competitividad  internacional de los diferentes países.

El Institute for Management Development, de Suiza, elabora anualmente el Índice de Competitividad Mundial, en el cual analiza la situación competitiva de 60 países. De acuerdo a dicho estudio Estados Unidos ocupa, en el 2015,  el primer lugar en cuanto a competitividad mundial y Venezuela ocupa el último lugar. A nivel latinoamericano Chile es el país mejor rankeado y se ubica en el lugar 35. Le sigue México, en el lugar 39, Colombia en el 51, Perú en el 54 y Brasil en el 56.

Es dable suponer que no es fácil ser competitivo cuando la electricidad se  va durante varias horas diarias en la capital del país, o donde la administración pública tiene que trabajar media jornada, o donde hay grandes dificultades para importar las materias primas e insumos que se necesitan para producir, o donde  hay un ataque sistemático al sector empresarial, o donde hay que pedir autorización para mover un tomate desde el productor hasta el supermercado.

En este campo de la competitividad internacional, los países no compiten por puro espíritu deportivo. En el implacable sistema comercial internacional contemporáneo, no ser competitivo implica un deterioro de la calidad de vida de la población y un mayor esfuerzo nacional para permanecer donde mismo.
sergio-arancibia.blogspot.com




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