(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en la edición digital de TAL CUAL el día 9 de Mayo
de 2015.)
El precio del dinero es una cosa que no está bien
definida en el campo de la economía, y constituye una expresión que se utiliza
con diferentes significados. Para
algunos el precio del dinero está dado por la tasa de interés. El precio del dinero
se determina, de acuerdo a dicha concepción,
básicamente en el sistema bancario y
financiero. Para otros el precio del dinero es la relación de cambio que la
unidad monetaria de un país establece
con las unidades monetarias de otros países. Así concebidas las cosas, el precio
del dinero se define fundamentalmente en el campo del comercio exterior. En tercer y último
lugar - en un listado no exhaustivo - el precio del dinero se define para otros
en función de la canasta de mercancías que se pueden intercambiar por una cierta
cantidad de unidades monetarias. El precio
del dinero se define, de acuerdo a esta forma de ver las cosas, en el mercado
interno de cada país, y tiene mucho que ver con la inflación.
Tomemos como
referencia - para los fines de este artículo - la segunda de las definiciones
anteriormente mencionadas: el precio del dinero dado por la tasa de cambio entre
las monedas de diferentes países. Y colocados
en este terreno ´podemos decir que el dólar ha venido modificando – por lo
menos a lo largo del presente año - su
relación de cambio con el euro – más euros a cambio de un dólar – y al mismo
tiempo se ha venido modificando la relación
de cambio de la mayoría de las monedas latinoamericanas con respecto al
dólar. En otras palabras, el dólar se ha
venido revalorizando en el escenario internacional, al mismo tiempo que
las monedas latinoamericanas se han
venido devaluando.
Si se
devalúa la moneda de un país latinoamericano – más unidades monetarias locales
a cambio de un dólar – es dable suponer que los exportadores se benefician,
pues reciben una cantidad mayor de unidades
monetarias locales por cada dólar que reciben por concepto de sus exportaciones.
También puede suponerse que las exportaciones aumentan, pues ese mayor
beneficio por parte de los exportadores los lleva a incrementar las cantidades exportadas. Lo
contrario sucede con las importaciones. Estas se encarecen, primero, y es
posible que eso a su vez reduzca los volúmenes importados. El proceso de
revaluación y/o de devaluación de las monedas
lleva, por lo tanto, a un proceso de redefiniciones o de nuevos equilibrios en
el campo del comercio internacional. Cambian los volúmenes comprados y vendidos
por cada uno de los actores del comercio internacional contemporáneo.
Ni el incremento
de las exportaciones, ni la reducción de las importaciones, en caso de devaluación
de la moneda, afecta por igual a todos los socios comerciales de un país.
Algunos socios se ven más afectados que otros, en sus compras o en sus ventas, aun
cuando al final el reacomodo o la redefinición de los equilibrios los termine
afectando inescapablemente a todos.
Así
entonces, las devaluaciones, a distintos ritmos, de todas y cada una de las
monedas latinoamericanas con respecto al dólar, lleva a que se modifiquen las
relaciones de cambio entre las propias monedas latinoamericanas, y se
modifiquen también las compras y ventas intrarregionales que se han venido consolidando con tanto sacrificio a lo largo de décadas
de esfuerzos integracionistas.
Es obvio
y casi inevitable que cada país tome
decisiones en el terreno cambiario pensando en los impactos que esas medidas
tendrán sobre el grueso de las importaciones y de las exportaciones, que no son
desgraciadamente las compras y ventas intrarregionales. Estas últimas pasan a
ser un daño colateral de las medidas cambiarias. En esa medida el proceso integracionista
se ve afectado por todo este proceso global de realineación del valor de las monedas,
sin que ninguno de los muchos organismos
regionales tengan soluciones o compensaciones al respecto. También estos procesos
devaluacionistas tendrán impacto sobre
los procesos inflacionarios internos, pero ya eso es motivo de otros artículos.
sergio-arancibia.blogspot.com
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