(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en la edición digital de TAL CUAL el día 26 de Marzo
de 2015.)
Un artículo
reciente de BBC Mundo - que ha sido publicado en diferentes medios informativos
de Venezuela y de América Latina - da
cuenta del intenso tráfico de jet privados que une semanalmente a Caracas con
Miami. Aun cuando los datos se refieren al 2013, todo parece indicar que la
disminución de los vuelos comerciales regulares que ha tenido lugar durante
2014 ha incrementado el tráfico en los mencionados
jet privados. En 2013 ellos llegaban aproximadamente a unos 75 vuelos semanales.
Eso coloca a esa ruta entre las de mayor crecimiento en América y el mundo,
casi a la misma altura que la ruta de jet privados entre Moscú y la Costa Azul, utilizada por los ricos rusos
– mafiosos o no mafiosos -para ir a divertirse en el occidente que se les cerró
durante tantos años.
El vuelo en
jet charter entre Miami y Caracas, en una solo dirección, sin vuelo de regreso
incluido, tiene un costo aproximado de 20 mil dólares. Aun cuando eso se reparta
entre 5 o 6 pasajeros, tiene un costo
sustantivamente más elevado que el pasaje en las líneas aéreas
comerciales. Se trata indudablemente de un tipo de servicios que solo es posible
de ser utilizado por los antiguos y los nuevos ricos existentes en Venezuela,
que en materia de gustos y de gastos son tan extravagantes como los ricos
rusos. Es dable suponer también de que en esos jet no aceptan bolívares ni de
propina, razón por la cual los usuarios de esos servicios tienen que tener
acceso permanente y en no pequeña cantidad a la divisa verde.
En el
artículo que comentamos se registran
declaraciones de personeros ligados a la venta de estos servicios en que se
caracteriza a los clientes básicamente
como empresarios que tienen sus familias en Miami, pero sus negocios en
Venezuela, y que por lo tanto, van los fines de semana a visitar a la familia,
y regresan los días hábiles a Venezuela a producir los reales como para pagar
ese tren de vida. No es fácil caracterizar
más a fondo a ese estamento de
empresarios, pero es posible al menos dejar sentadas algunas hipótesis al respecto.
Una primera hipótesis es que se trata empresarios
rojo rojitos, que han amasado y siguen
amasando grandes fortunas en los
procesos de importación o de comercialización que están controlados por el
gobierno. Tienen acceso al reparto nunca bien justificado de los dólares a
precios subvencionados, y/o a las compras y ventas de bienes y servicios en los
cuales los entes estatales conservan el monopolio de la compra o de la venta. Se trata, en todo caso, de empresarios que no
tienen solo a su familia en el exterior, sino también a gruesa parte de los capitales que han logrado
ganar, pues los tiempos se pueden poner difíciles y más vale prevenir que
curar. Otra hipótesis es que no se trata
exactamente de empresarios sino más bien de funcionarios que en función de
sus cargos han logrado algunas donaciones privadas que le permiten vivir cómodamente
– a ellos, sus hijos y sus nietos - en
Miami o en cualquier otro lugar del mundo. Tampoco hay que despreciar la hipótesis
de que se trata de empresarios que hoy y siempre han tenido sus actividades
económicas en Venezuela, pero en los largos años en que acumular dólares en el
exterior era un fenómeno enteramente legal y normal, acumularon una cantidad suficiente como para decidir libremente donde
radicar a la familia.
Los protagonistas
de las dos primeras hipótesis, en caso de que existan, no creo que sean revolucionarios muy dispuestos
a jugarse el todo por el todo al lado de los rojos rojitos locales, en caso de
que a estos les vaya mal. Los protagonistas
de la última hipótesis –en caso también de que existan- no creo que sean opositores dispuestos a arriesgar
mucho en su condición de tal, pues su situación objetiva de vida ya depende de
otras circunstancias diferentes a los avatares de la política venezolana.
En todo
caso, identificar a los pasajeros de esos
75 vuelos privados es un juego de niños para los servicios de inteligencia
nacional, que deben a estas alturas
tener claritos los listados con los nombres, apellidos y curriculum vitae de
cada uno de esos viajeros. Quizás a muchos de ellos se les podría utilizar como
buenos interlocutores con el imperio, para evitar que agredan a Venezuela. Es
seguro que prestarían gustosos los servicios que sean necesarios para evitar una
confrontación mayor.
sergio-arancibia. blogspot.com