(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en EL MUNDO ECONOMÍA Y NEGOCIOS el día 26 de
Septiembre 2012.)
La Organización
No Gubernamental Save the Children ha elaborado un mapa mundial de la pobreza
infantil, en el cual cuantifica la situación que enfrentan los niños en 171
países analizados. Se llega a la conclusión de que el mejor país para nacer –
si los niños pudieran elegir- es Islandia,
en la medida en que la posibilidad de superar allí la edad de cinco años es elevada – la mortalidad
infantil es baja - y son mejores las oportunidades
de contar con educación y cuidados de
salud.
Le siguen en
orden decreciente Suecia, Japón, Austria, Italia, Francia, Alemania e Irlanda.
No hay ningún país latinoamericano entre los 10 primeros- o mejores- países en este ranking. Afortunadamente,
tampoco hay ningún país latinoamericano entre los diez peores, entre los cuales
se encuentran Madagascar, Sierra Leona, Eritrea, Mali, Yemen y Afganistán.
Cierran la lista - como los países con peores condiciones como para que un niño
pueda allí nacer, sobrevivir y educarse - Niger y Somalia.
El mejor
país latinoamericano en este ranking es Costa Rica, que se encuentra en el
lugar 47. Le siguen Chile, en el lugar 49, Brasil, en el lugar 51, Argentina en
el lugar 52 y Uruguay en el lugar 53. Son los países de la región que presentan
los mejores índices en materia de mortalidad infantil, salud, y educación.
En lugares un
poco menos destacados se encuentran Cuba(56), México(62), Colombia (72), Panamá(76)
y Ecuador (77).
Venezuela se
encuentra en el lugar 85. Según estas estadísticas, nuestro país presenta un 18
por mil de mortalidad en niños menores de 5 años, tiene una tasa de escolaridad
primaria de 103 por ciento, y una tasa de escolaridad secundaria de 83 %. El
porcentaje de la población que tiene acceso al agua potable es también de 83 %.
Dicho en otras palabras, hay en Venezuela un 17 % de la población que no tiene
acceso al agua potable y un 17 % de los
niños que deberían estar insertos en la educación secundaria, pero están ausentes
de la misma.
Estos
antecedentes deberían contribuir a darle realismo a los diagnósticos existentes
sobre la situación que enfrenta Venezuela en materia de desarrollo social y a deberían
ayudar en forma sustantiva a construir sobre un terreno más sólido las políticas
y propuestas encaminadas a superar esta situación. ¿Cómo se explica que países
que tienen un menor ingreso global y un menor ingreso per cápita que Venezuela
- como Colombia, Panamá, Ecuador o Perú - se ubiquen en lugares más destacados
que Venezuela en este mapa de pobreza infantil? ¿Cómo se explica que Venezuela
sea un país que puede ofrecerle a los
niños que aquí nacen condiciones casi iguales que las que enfrentarían en Paraguay, en materia de salud y educación? Un problema tan
grave como la pobreza infantil no debería ser utilizado como una mera herramienta
publicitaria en este período electoral. Pero es evidente que Venezuela - como país y como Gobierno - no ha hecho todo
lo que se debería haber hecho para darle a los niños que aquí nacen mayores y
mejores oportunidades de sobrevivencia, de salud y de educación. Hay, por lo
tanto, que tener una cuota mayor de modestia cuanto se pretende dar lecciones
internacionales en materia de desarrollo social. Venezuela ha tenido los recursos
como para avanzar mucho más rápido en estas importantes materias. Muchísimos
más recursos que la mayoría de los países de la región. Y el resultado no es
bueno. Seguir haciendo lo mismo que se viene haciendo hasta ahora es altamente
probable que conduzca a los mismos resultados. Es necesario analizar estos problemas
sin demagogia – tal como lo hace el estudio mencionado – y tomar las iniciativas
de cambio que correspondan.
sergio-arancibia.blogspot.com
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