(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en la edición
digital de TAL CUAL el día 2 de Abril de 2015)
La Asociación Latinoamericana de Integración, ALADI -
organismo que agrupa a trece países de la región, fundamentalmente de la América
del Sur - ha publicado recientemente un informe sobre el comercio de los países
miembros, entre sí y con el resto del mundo, durante el año 2014.
Las cifras que allí se prestan no arrojan un
panorama muy alentador. El PIB de los países miembros de la Aladi aumento en el
año 2014 en un 1.2 %, lo cual es una cifra
modesta, pero por lo menos de carácter positivo. Es evidente que la
economía mundial presentó en el año recién pasado una clara tendencia al menor
crecimiento que afectó a todos los países, pero algunos estaban mejor
preparadas que otros para enfrentar las vicisitudes de la economía
internacional. Eso se ha traducido en
que al interior del grupo latinoamericano exista una gran diversidad de
situaciones. Mientas Panamá y Bolivia crecieron a tasas superiores al 5 %,
Brasil y Argentina presentaron
estancamiento o retroceso en lo que se refiere a su producción y Venezuela presentó
una tasa claramente negativa. Países como Chile, Perú, Colombia o México,
presentaron tasas positivas pero modestas de crecimiento.
Las
exportaciones de todos los países miembros de Aladi bajaron en el año 2014 en
un 1.7 % con respecto al nivel que habían alcanzado en el 2013. Pasaron de 935
mil millones de dólares a 919 mil millones de dólares de exportación. Es decir,
aumentaron su producción y bajaron sus exportaciones lo cual se traduce en que
las exportaciones no solo disminuyeron en términos absolutos sino también como
porcentaje del PIB. Se puede decir, a partir de lo anterior, que la América
Latina no avanza en su proceso de integración a las corrientes del comercio
internacional contemporáneo sino que retrocede en esa materia, con todas las consecuencias
negativas que tiene en los tiempos actuales el desvincularse de las fuerzas
motoras del crecimiento y de la modernización de nuestras economías.
Igualmente
interesante es ver la evolución de los intercambios al interior de los propios
países de Aladi. En el caso particular de Venezuela, las ventas de nuestro país
hacia el resto de los países Aladi bajó de 2.575 millones de dólares en el año
2013 a 2.292 millones de dólares en el año recién pasado. Se trata de una disminución
de 11 % en las ventas a los países con los cuales se supone aspiramos a un proceso
de integración económica creciente. En términos de las compras que Venezuela
realiza en los países Aladi, estas bajaron de 14.054 millones de dólares, en el
año 2013, a 12.352 millones de dólares
en el año 2014. Una baja de 12.1 %. Nadie al calor de estas cifras puede
seriamente postular que la integración económica regional avanza, ni tampoco que Venezuela está cada
vez más integrada a los circuitos comerciales regionales.
Una última
cuestión, que se deduce de las cifras anteriores. Venezuela compra a sus socios
de Aladi por un valor de 12.352 millones de dólares. En ese monto cabe destacar las compras por 4.632 millones de
dólares a Brasil, de 2.108 millones de dólares a Argentina, de 1.987 millones
de dólares a Colombia y de 1.552 millones de dólares a México. Las ventas que
Venezuela hace en la región, a su vez, ascienden solamente a 2.292 millones de
dólares. Se trata, por lo tanto, de una balanza comercial claramente negativa. Venezuela
es un buen mercado para las ventas de la región - especialmente de Brasil y
Argentina, sus socios en Mercosur - pero no logra colocar en esos mercados un
monto de mercancías equivalentes, básicamente porque la cartera de exportaciones
de Venezuela sigue siendo básicamente petróleo y porque no hace nada para
promover las exportaciones no tradicionales.
sergio-arancibia.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario