(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en TAL CUAl el día 19 de junio del 2014.)
En estos
primeros cinco meses del año 2014 la inflación –medida a través del Índice Nacional
de Precios al Consumidor- ha aumentado en un 23.02 %, lo cual es una cifra elevada
para cualquier país, y más aun si se
trata de un país como Venezuela que ya el año recién pasado presentó una tasa de
inflación superior al 55%.
En lo que va
corrido desde el 10 de enero al 6 de
junio la liquidez monetaria ha aumentado solo en un 17 %, lo cual revela que en
el seno del Gobierno y del BCV se está actuando un una dirección correcta, en
el sentido de corregir o revertir la tendencia que se venía dando en años
anteriores y que llevaba a que la liquidez monetaria aumentara a tasas
sumamente elevadas, lo cual se visualizaba como un elemento que precisamente
generaba, permitía o estimulaba el crecimiento de los precios, incluido el precio
de las divisas. Hasta hace poco la liquidez monetaria arrastraba hacia arriba a
los precios. Ahora pareciera que los precios tienen una tendencia o una inercia
alcista que ya no depende única o fundamentalmente del crecimiento
monetario.
Al parecer
el mecanismo que le ha permitido al gobierno aminorar la tendencia al crecimiento
de la liquidez monetaria es la puesta en funcionamiento del sicad 2. Con ello,
el BCV recoge liquidez de manos del público, lo cual le permite financiar a
PDVSA con fondos ya existentes en el torrente monetario de la economía, sin
necesidad de tener que recurrir - o sin recurrir en la misma proporción que
antes – a la pura y simple emisión. La idea no es mala, pero no ha logrado
parar la inflación.
Paralelamente
con esa política, el gobierno ha incrementado los controles de precios. La Ley
de Precios Justos permite prácticamente el control de precios de todas las
mercancías que se transan en todos los mercados del país. Pero los precios
siguen aumentando, ya sea porque el propio gobierno ha tenido que consentir en
su aumento, o porque los precios aumentan de todos modos, con control o sin él.
Por si fuera poco, la Ley Habilitante se mantiene como una posibilidad siempre
abierta de legislar en forma rápida y efectiva para resolver cualquier cosa en
la forma que al Gobierno le parezca adecuada. Pero los precios siguen
subiendo.
Por otro
lado, el sicad 2 ha permitido generar una pequeña veta que permite a productores
y comerciantes proveerse de divisas, pero como la oferta de dólares sigue siendo menor que las
necesidades de importaciones que tiene el país, los déficit de mercancías se
acentúan en los mercados tanto de insumos como de mercancías finales, generando
un desabastecimiento generalizado. Pero
el paso de las importaciones desde la tasa de 6.30 o de 11.00 bolívares por dólar, a la
nueva tasa de 50.00 bolívares por dólar, implica un incremento de costos que se
traslada a toda la economía y genera un estímulo inflacionario de grandes proporciones,
unido a la escasez de los artículos que aumentan de precios. Se genera así el terrible binomio de alza de
precios con escasez de producción, bailando pegados. De paso, se ha puesto de
manifiesto que el mercado paralelo, que se asumió en algún momento como el enemigo
fundamental que había que derrotar - como si de esa batalla dependiera la suerte
económica del país - es poco significativo, y ha bajado, sin que ello implique
una baja de precios de ninguna mercancía conocida.
Como se
supone que muchas de las importaciones que fueron financiadas en el año pasado
no se realizaron, sino que se desvanecieron misteriosamente en el camino -
llegando ese fenómeno a evaluarse en 20 mil millones de dólares - se creó el
Sicoex, que velará por que cada dólar asignado para efectos de importación no
solo se corresponda con una importación efectivamente realizada, sino que el precio
de la misma dentro del mercado interno se corresponda con el 30 % de ganancia
que el gobierno ha establecido como justa. Es la última alternativa en la cual
cifra sus esperanzas el gobierno.
Pero hay una
alternativa que algún día habrá que explorar: conversar con el país - con todo
el país - para buscar soluciones a una
crisis que no tiene soluciones fáciles y que requiere, por lo tanto, de grandes
acuerdos nacionales.
sergio-aranciba.blogspot.com
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