(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 15 de Marzo de 2013.)
Hay en
las cercanía geográficas de Venezuela
países que no solo no producen petróleo, sino que además, son países pobres –
por lo menos más pobres que Venezuela- y
que por lo tanto, en un gesto de solidaridad internacional, se han convertido en
beneficiarios de las generosas políticas petroleras que Venezuela ha diseñado
en relación a las ventas de hidrocarburos a los países miembros de Petrocaribe.
Las políticas
de Petrocaribe consisten básicamente en venderles petróleo a los países
miembros, pero sin exigirles pago en efectivo, o a corto plazo, sino que
ofreciéndoles condiciones crediticias muy favorables: plazos muy largos de pago
y tasas de interés muy bajas. Vender a crédito - o abrirles líneas de crédito a
los países compradores - es una práctica
absolutamente normal en el campo del comercio internacional. Pero el crédito
hay que pagarlo con una tasa de interés cercana o parecida a la tasa de interés
que el resto del mundo – banqueros, gobiernos o empresas- le cobran a Venezuela
cuando nuestro país es el deudor. Si el Gobierno de Venezuela - o su empresa
petrolera - consiguen crédito a un 10 % o más en el mercado internacional - esa
es la tasa aproximada que Venezuela debe pagar por los bonos que coloca - y otorgan créditos a nuestros clientes con
una tasa menor al 5 %, entonces estamos clara e inequívocamente no sólo
cobrando poco, o dejando de ganar, sino que estamos perdiendo dinero. Estamos
subvencionando a los países que nos compran petróleo. Estamos pagando créditos
caros para poder otorgar créditos baratos. Pero aun así, podría todo este
sistema justificarse en base a la solidaridad internacional. Hay que ayudar a
los más pobres. Eso tiene sentido. Hay que ayudar a países como El Salvador,
Guatemala, Haití o Republica Dominicana. Todo eso tiene justificación. Son
países más pobres que Venezuela.
AYUDA A LOS
RICOS
Lo que no
tiene justificación es que la misma política aplique para países que son
sustantivamente más ricos que Venezuela. Ese es, por ejemplo, el caso de
Antigua y Barbuda, país que según las últimas estadísticas del Fondo Monetario Internacional,
correspondientes a 2012, cuenta con un ingreso per cápita de 17.523 dólares,
mientras que Venezuela figura en ese ranking con sólo 13.242 dólares per cápita.
Este país, además, es miembro del Alba.
También Bahamas
– territorio británico en el Caribe - es
miembro de Petrocaribe y cuenta con el ingreso más alto de todo el Caribe:
31.784 dólares per cápita, según datos de la misma fuente para el año 2012.
¿Qué razón hay para subvencionar al territorio británico que no solo tiene los
más altos ingreso de la zona, sino que más que duplica al ingreso per cápita de
Venezuela?
Podríamos
agregar a Dominica - país miembro de Petrocaribe y del Alba - que tiene un
ingreso per cápita de 14.637 dólares, o a San Cristóbal y Nieves, que exhibe un
ingreso de 15.518 dólares per cápita. Santa Lucia, también miembro de Petrocaribe,
tiene un ingreso per capita casi igual al de Venezuela, de 13.324 dólares. San
Vicente y las Granadinas – también socio
de Petrocaribe y del Alba- tiene un ingreso ligeramente menor al de Venezuela:
solo 11.860 dólares per cápita.
SOLIDARIDAD
CON LOS POBRES
Se trata, en
los casos mencionados, de países pequeños – tanto en su dimensión geográfica,
demográfica y económica- que han logrado insertarse en los circuitos del
comercio internacional contemporáneo básicamente por la vía de la venta de servicios
– turismo, banca – y que han logrado un buen nivel de ingreso para sus
habitantes. Además, mantienen, por lo general, vínculos económicos y políticos
estrechos con los países con los cuales antaño tenían un vínculo de dependencia
colonial. Si a esos países se les
ofrecen condiciones comerciales excepcionalmente favorables en su factura petrolera
están en su pleno derecho – en defensa de sus particulares intereses nacionales-
de aprovechar esas ofertas tanto como puedan. El problema radica íntegramente
en Venezuela. Es buena la solidaridad internacional. Pero con los más pobres,
no con los más ricos.
sergio-arancibia.blogspot.com
Aquí me gustaría referirme de la ética en el ejercicio del periodismo, en ocasión a la publicación de este artículo que habla de Petrocaribe. Hoy en día vemos como profesionales del periodismo son capaces de violar las normas éticas de su carrera para forjar una opinión pública desinformada, a favor del interés de generar o acentuar el caos y la división que prevalece en el país. Por ejemplo, este artículo que escribe Sergio Arancibia de Tal Cual Digital, caracteriza al mecanismo de cooperación energética de Petrocaribe, como la “Costosa Regaladera”, matriz de opinión que se ha querido reiterar desde los casi ocho años de funcionamiento de este esquema de integración, sosteniendo sus tesis sobre la base de los siguientes argumentos: 1) el autor se refiere a que está dirigido a los países pobres del Caribe, CIERTO, pero mas que a los países o Gobiernos, está dirigido a la construcción de un escudo antimiseria que proteja de los embates de la crisis económica que hoy en día está acabando con pueblos de Europa y Estados Unidos, es un esquema solidario que se contrapone a las iniciativas de otros bloques o intereses de hacer lucro de la pobreza o de las necesidades de los pueblos caribeños. 2) Que subvencionamos a naciones británicas con ingresos percápitas mas altos, como Las Bahamas, Santa Lucía, y Antigua y Barbuda, FALSO, hasta la fecha los dos primeros no han activado este mecanismo y 3) hay hacer una verdadera lectura de los índices de ingreso percápita, pues, es cierto Antigua y Barbuda es de 15. 635 USD, y Venezuela de 11.114 USD, pero el de China es de 4.382 USD, sólo conociendo estas cifras y sabiendo quién es la potencia económica, se logra determinar que este es un falso indicador de riquezas. 4) escribe además: "Las políticas de Petrocaribe consisten básicamente en venderles petróleo a los países miembros, pero sin exigirles pago en efectivo, o a corto plazo" FALSO, pués el mecanismo establece compromisos de pago de factura en efectivo un porcentaje a corto plazo, y otro a largo plazo, esta última si establece ciertas oportunidades de financiamiento y la oportunidad de compensar la factura a largo plazo a través de bienes o servicios, bajo los principios de complementareidad y mediante el Comercio Justo. Cabe destacar, que este mecanismo de integración energética nació en Junio de 2005, y hoy en día, ya ha transcendido de lo meramente energético, para desarrollarse y fortalecerse en lo social y en lo económico. También ha madurado lo suficiente como para reconocer y superar las debilidades, enfrentar y defenderse de las continuas instigaciones, internas y externas, la cuales constituyen la ardua tarea y el compromiso de los que forman parte integral del equipo de Petrocaribe. Si bien es cierto que toda política tiene su costo, no se debería soltar la lengua (o el lápiz, o el dedo) para hablar (o escribir) de una “costosa regaladera”, cuestión que simplemente repite lo que innumerablemente han escrito las líneas editoriales y han declarado quienes siempre se han opuesto a solidaridad e integración de los pueblos, esgrimiendo débiles argumentos y falta de investigación, asi como lo ha hecho el Sr. Arancibia, y mas cuando geopolíticamente se trata sobre un tema de posicionamiento estratégico en una región donde nunca antes Venezuela había tenido ningún tipo de acercamiento, otro tema que me apasiona, ya vendrá su momento...Lo cierto es que hay que tomar conciencia el papel que juegan los medios en una sociedad, sobre todo en la nuestra, que está dividida, vemos a diestra y siniestra cómo se ha llegado al punto de desconocer la tarea de recoger y difundir las noticias con veracidad y exactitud, acudir a las fuentes, corregir los errores y sobretodo, evitar la difusión de falsos rumores, mentiras blancas o verdades a medias. Nuestro pais esta pasando por un período dificil: divide y venceras, dicen por allí. Yo de mi parte me sumo es a la construcción, a sumar, no a dividir, sin importar que sea la gota en el océano o el grano de arena del desierto... Feliz fin de semana!
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