jueves, 8 de junio de 2017

COMPARACIONES ODIOSAS


(Artículo de Sergio Arancibia publicado en la edición impresa de TAL CUAL el día 8 de Junio de 2017)


Ecuador acaba de llevar adelante una colocación de bonos soberanos por un monto de 2 mil millones de dólares, la mitad de los cuales se colocó a 6 años plazo a una tasa de 8.75% y la otra mitad a un plazo de 10 años y a una tasa de 9.625 %.
Venezuela acaba de hacer una colocación de bonos por 2.800 millones de dólares, con la firma Goldman Sachs, con un descuento de 69 %, lo cual le permitió, en el mejor de los casos recaudar - según noticias todavía incompletas y confusas -algo así como 865 millones de dólares.
Ecuador exhibe una tasa riesgo país de 658 puntos, lo cual es la segunda más alta de toda la América del Sur. Sin embargo, una tasa de ese nivel todavía cae dentro de lo que un país medianamente ordenado puede asumir en materia de crédito internacional. Venezuela presenta la tasa de riesgo país más alta de toda América Latina, y probablemente del mundo, con 2.189 puntos - al 26 de mayo de este año - lo cual es una tasa imposible de asumir por cualquier país, excepto en situaciones de desespero extraordinariamente altas.
Ecuador y Venezuela se vieron en los últimos años enfrentados a la baja en los precios internacionales del petróleo, lo cual implicó, para ambos, una caída en sus niveles de exportaciones y de ingresos fiscales. Pero Ecuador reaccionó imponiendo sobretasas arancelarias a muchos productos importados, básicamente de consumo, lo cual le permitió reducir sus importaciones e incrementar la recaudación tributaria, pero manteniendo un mercado cambiario único, libre y transparente. Todo ello, además, dentro de la legalidad de los convenios y acuerdos comerciales vigentes a nivel internacional. Venezuela, en cambio, fortaleció el control cambiario, los muchos mercados de divisas y la asignación poco transparente de dólares baratos a diferentes sectores económicos. Ecuador ha ganado con ello tiempo para hacer los ajustes necesarios en sus finanzas públicas, y poder proceder ahora a desmantelar las sobretasas arancelarias. Venezuela, en cambio no ha hecho otra cosa que correr la arruga, e incrementar los desajustes y desequilibrios en las finanzas externas e internas.
Ecuador ha llevado adelante unas elecciones presidenciales que aun cuando tensas y pasionales, gozaron de la observación internacional y de la legitimación de la comunidad internacional de naciones. En otras palabras, se trata de políticos y de políticas que, en los momentos que corresponden, no temen someterse al juicio y al escrutinio de la opinión pública nacional, por medio de elecciones universales, directas y secretas. La diferencia con Venezuela en este campo es demasiado obvia como para gastar tinta en caracterizarla.

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