viernes, 27 de mayo de 2016

SAMPER O ALMAGRO ¿UNO DE LOS DOS LO ESTÁ HACIENDO MAL?



(Artículo de Sergio Arancibia publicado en la edición impresa de TAL CUAL el día 27 de Mayo de 2016.)



Extraña situación la que está sucediendo a nivel de la OEA y de UNASUR. Por un lado el gobierno venezolano hace lo que quiere con la UNASUR y con su Secretario Ejecutivo el Sr. Samper. El gobierno del Presidente Maduro pone al pobre Sr. Samper a hacer declaraciones, o a integrarse en comisiones, o a participar en shows, de acuerdo a su conveniencia, sin que este último haga ni siquiera un gesto tendiente a salvaguardar la dignidad que corresponde a un ex presidente de un país soberano. Pero la Unasur no es un organismo supranacional, es decir no es un organismo en el cual los países miembros hayan delegado parte de su soberanía, ni le han delegado funciones políticas permanentes a quien funge como su vocero. Unasur es un organismo intergubernamental, al igual que la OEA, lo cual significa que la cabeza visible de cada uno de estos organismos no puede hacer ni decir nada que no represente, en cada momento, el punto de vista de los países miembros.

Pero sucede que todos los países miembros de la Unasur son, al mismo tiempo, miembros de la OEA. Y resulta que Samper, en nombre de los países de la Unasur, anda por el mundo diciendo cosas bastante diferentes de las que dice el Sr. Almagro, en representación de los países de la OEA. Mientras Samper participa en Venezuela en una comisión de la verdad organizada y compuesta por casi puros funcionarios gubernamentales, el Sr. Almagro -con la venia y o el mandato más o menos de los mismos países dice que en Venezuela hay detenidos y que es digno de estudiarse si la clausula democrática se aplica o no a este país.

El Sr. Almagro - que tiene experiencia diplomática - no diría lo que dice si no tiene respaldo de los representantes de los países miembros. ¿O es posible que el Sr. Almagro ande por el mundo diciendo lo que buenamente se le ocurre? Es muy difícil. A ese nivel nadie incurre en una locura de ese tipo. Si eso sucediera, habría una moción de censura, o habrían movimientos subterráneos para decirle diplomáticamente que se calle, o incluso habrían intentos de sacarlo del cargo. Pero no parece haber nada de ello. ¿O sucederá que los mismos países que dejan actuar y hablar al Sr. Samper, dejan, al mismo tiempo, actuar y hablar al Sr. Almagro? ¿Habrá un doble discurso de esa naturaleza? ¿O será que lo que sucede en Venezuela no le interesa sino a unos pocos países mientras que el resto mira los toros desde la barrera? ¿Será posible que nadie se de el trabajo de contradecir a los países bolivarianos cuando estos salen en defensa de Venezuela en el seno de la Unasur, pero al mismo tiempo tampoco se den el trabajo de contradecir a Almagro cuándo éste lanza acusaciones contra Venezuela en el seno de la OEA? ¿Sera ésta una nueva forma de hacer diplomacia que está en curso en el continente, demasiado compleja como para que la entienda el común de los mortales?¿O será que se están cocinando, aun cuando a fuego lento, procesos de cambio en la actitud de los países americanos frente a la revolución bolivariana?

sergio-arancibia.blogspot.com

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