(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 21 de Febrero de 2014.)
En el plano de
la política internacional Bolivia sufre las consecuencias de estar siempre
demasiado cerca - y seguir una política
demasiado parecida - a la política
exterior de Caracas, lo cual ha llevado al Presidente Morales a no poder
reflejar internacionalmente la frescura y la originalidad de su presencia en la
política altiplánica. Sin embargo, en lo
que respecta a la política económica interna Bolivia parece haber llevado
adelante en los últimos años una política bastante sensata, que le ha dado
bastante buenos resultados, y que lo aleja de las políticas seguidas en
Argentina o en la propia Venezuela, consistentes en farrearse alegremente los
ingresos provenientes de la buena racha de sus exportaciones, emitir irresponsablemente
dinero interno, y generar inflación, alza del dólar y caída de las reservas. Nada
de eso parece estar en el presente ni en el futuro cercano de la economía
boliviana.
En materia
de exportaciones Bolivia ha visto sus ingresos externos aumentar desde 2.800
millones de dólares, aproximadamente, en el año 2005, a 11 200 millones de dólares
en el año 2012. Los ingresos provenientes de las exportaciones se han multiplicado
casi por cuatro en el transcurso de 8 años lo cual es un salto impresionante y
sustantivo para cualquier país,
situación en la cual el gas, y sus ventas a Argentina y a Brasil – que son sus
principales socios comerciales- tienen una
alta incidencia. Eso, en otros países daría como para volverse locos gastando y
celebrando, pero parece que eso no ha pasado en el caso boliviano. Era inevitable,
sin embargo, que parte de esa riqueza se
tradujera en incremento de las importaciones. Efectivamente éstas aumentaron
desde el modesto nivel de 2.400 millones de dólares en el 2005 a 8.200 millones
de dólares en el año 2012, lo cual implica que se ha mantenido siempre un excedente
en materia de cuenta comercial de la balanza de pagos. En otras palabras, las importaciones han aumentado,
pero no tan rápido como las exportaciones.
A lo anterior
se agrega un incremento relevante en los ingresos que Bolivia recibe anualmente
por concepto de remesas de bolivianos que se encuentran en el exterior. Esos ingresos
ascendían a 277 millones de dólares en 2005 y superan en el 2012 los mil
millones de dólares. Además, también han aumentado los ingresos que Bolivia
recibe por concepto de inversión extranjera directa, los cuales superan en los últimos
tiempos los mil millones de dólares anuales.
Como
resultado de las fenómenos mencionados las reservas internacionales netas del
Banco Central de Bolivia - que se encontraban en un nivel de 1.700 millones de dólares en el año
2005 - aumentaron a 5.300 millones de dólares en el 2007; subieron a 8.500
millones de dólares en el 2009, y llegaron a 13.900 millones de dólares en el
año 2012 y a 14.500 millones de dólares en diciembre del 2013. La deuda pública externa, de mediano y largo
plazo, que se encontraba en 4,900 millones de dólares en el año 2005, ha
disminuido a 4.100 millones en el 2012.
La inflación
en el año 2013 fue de 6.48 %, lo cual es una tasa preocupante para cualquier
economía. Eso generó reacciones claras del Banco Central de Bolivia en términos
de disminuir la liquidez monetaria, para evitar una mayor presión sobre los precios
y sobre el dólar. Esa política la mantuvieron en el segundo semestre del año
20013 y la mantienen al inicio del 2014.
El crecimiento
del PIB- que sigue siendo el indicador más universalmente utilizado para medir
el dinamismo de una economía - fue de 6.5 % en el año 2013, tasa que a nivel de
América del Sur sólo es superada por Paraguay. Para el año 2014 la proyección del FMI es de
un crecimiento de 5.4 %, lo cual nuevamente colocará a Bolivia por sobre la
media de la región.
sergio-arancibia.blogspt.com
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