(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en la edición digital de TAL CUAL el día 21 de
febrero de )2018)
El Presidente
Maduro, en su calidad de postulante a la reelección como Presidente de la República,
ha dicho que de ser reelecto, él asegura la estabilización de la economía.
Esa aseveración
es bastante interesante. En primer lugar, por cuanto es un reconocimiento expreso,
del más alto nivel, de que la economía venezolana está “desestabilizada”, por
decir lo menos. No se puede pretender estabilizar lo que ya está estabilizado.
Solo la desestabilización presente amerita un proceso futuro de estabilización.
En segundo lugar,
si se parte de ese diagnóstico – la economía venezolana necesita de un programa
de estabilización- ¿porqué no ponerlo en marcha de inmediato? ¿Por qué esperar
tres meses más? Hay que recordar que aun cuando el Presidente Maduro perdiera las
elecciones – lo cual es bastante difícil cuando uno compite solo- la entrega
del mando solo se haría en enero de próximo año. Es decir, el Presidente Maduro,
aun en el peor de los casos- para él - tiene 10 meses por delante como Presidente.
¿Por qué no poner en marcha desde ya el plan de estabilización que está prometiendo
en su campaña presidencial?
El otro
aspecto, quizás es el más importante, es informar al país sobre cuales son las
líneas maestras de ese plan de estabilización que tiene en su programa presidencial.
¿Lo tiene listo? ¿Lo está diseñando? ¿Cuáles son las diferencias básicas con
los muchos planes económicos que han visto la luz, con bombos y platillos, en
los últimos cuatro años? ¿Hay algún diagnostico autocrítico respecto a porqué
han fracasado los planes anteriores? ¿Hay un diagnostico autocrítico de que
cosas se han hecho y se siguen haciendo mal? ¿Qué aspecto merecen la pena ser reformados?
¿Cuajes son los grandes virajes que caracterizan al nuevo plan? ¿O será más de
lo mismo?
¿Pondrá orden
en el déficit fiscal? ¿Pondrá al Banco Central a reducir la emisión monetaria
desorbitada que lleva adelante hoy en día? ¿Ordenará las finanzas de Pdvsa de modo
que su nómina mensual no dependa de la emisión del BCV? Si no pone orden en
esos frentes, la hiperinflación seguirá su curso y el bolívar seguirá en caída
libre.
En materia
de régimen cambiario, se acaba de decretar el convenio cambiario número 39. ¿Se
seguirá con lo que allí se establece, o el nuevo plan contempla algo nuevo al
respecto? No parece que el convenio cambiario 39 haya detenido la devaluación sostenida
del bolívar, con su consiguiente efecto inflacionario. ¿El nuevo plan contempla algo nuevo en ese
campo? Y si lo contempla, ¿porque no se estableció de una vez por todas aquello
que se pretende establecer en materia cambiaria?
Un candidato
que todavía no está al mando del coroto puede permitirse decir generalidades o
expresar metas o aspiraciones generales sobre lo que piensa impulsar desde la
presidencia, e incluso a ese tipo de candidato es dable exigirle un grado alto
de concreción. Pero quien está al mando de la nación no puede permitirse esos
mismos lujos. Tiene que decir en concreto que piensa quitar o poner a lo que ya
ha venido haciendo en los últimos años. Más aun, no puede hacer campaña con
planes de estabilización que están ocultos, pues el ciudadano de a o pie puede
legítimamente sospechar que se trata de un programa que da miedo mostrarlo. Si
es así, que Dios nos pille confesados.
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