(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en la edición digital de TAL CUAL el día 7 de
Febrero de 2018)
¿Los
tenedores de efectivo, aceptarán entregar divisas - dinero libremente convertible
y aceptable a nivel internacional - a cambio de los petros que comenzó a emitir
recientemente el Gobierno de Venezuela?
Depende. Si
los petros son nominados en bolívares, solo serán aceptados dentro de las fronteras
de Venezuela, y eso incluso a regañadientes e imponiéndose una tasa de descuento
por las dificultades que entraña esa generosa aceptabilidad, pues la
credibilidad de las finanzas públicas venezolanas no está muy alta que digamos.
Es posible
que muchos agentes económicos internos se vean obligados a aceptar los petros a
cambio de deudas que el Gobierno tenga con ellos -prestaciones, facturas impagas,
amortizaciones de títulos, etc. - y en el esfuerzo por deshacerse de estos
activos, sus nuevos y obligados dueños harán bajar rápidamente su precio de
mercado.
Pero si los
petros son nominados en dólares, entonces las cosas son diferentes. Se abrirían
allí dos opciones, por lo menos. En primer lugar, que sean papeles nominados en
dólares, pero vendidos en bolívares, con lo cual el Gobierno no ganaría ni un
solo dólar - aun cuando recogería una buena cantidad de bolívares del mercado -
y los compradores de esos títulos – básicamente venezolanos - si tienen la paciencia y la confianza necesaria,
habrán hecho al final del día una operación gananciosa, pues comprarán papeles
baratos que se convertirán en dólares dentro de algunos años, siempre y cuando
al gobierno le vaya bien política y económicamente.
Pero un empresario
o comerciante de cualquier lugar del mundo, que exporte mercancías a Venezuela,
probablemente no aceptará a cambio de las mismas sino divisas libremente convertibles.
Pero en el
mercado internacional existe una fauna muy variada, entre la cual se cuentan
aquellos que tienen la capacidad de comprar barato hoy en día papeles que el
mundo entero desprecia, pero que al cabo de algunos años se convertirán a
efectivo constante y sonante, si los vientos de la historia y de las finanzas soplan
favorablemente para ellos. Son apostadores natos. Creo que esos serían los
únicos que podrían comprar hoy en día los famosos petros. Los que tienen títulos
y/o bonos de PDVA y/o del Gobierno venezolano no parecen estar en condiciones de
aceptar que se les pague en petros. Las deudas con gobiernos - fundamentalmente
los gobiernos ruso y chino - aun cuando son muy enigmáticos, difícilmente aceptarán
petros a cambio de las deudas que se tiene con ellos, pues ya pasaron los tiempos
en que se hacían favores con la capacidad financiera de esos países en nombre
de la solidaridad internacional. Ahora hacen negocios. Así que la aceptabilidad
internacional del petro se ve bastante oscura, por decir lo menos.
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