viernes, 31 de mayo de 2013

EL ASALTO DE LAS EMPRESAS DE MALETIN

(Artículo de Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 31 de mayo 2013.)


Las empresas de maletín están de moda en Venezuela en estos días, después de que ocuparon un rol estelar en  las declaraciones del célebre locutor aquel. La mejor definición que se puede dar de ese tipo de empresas es precisamente que caben integras en un maletín ejecutivo.  Toda la empresa es un papel en el cual se declara que una determinada persona jurídica existe. No tiene secretarias, ni funcionarios, y ni siquiera oficinas. A lo sumo un teléfono, que viaja junto con el maletín. 
Este tipo de empresas pueden solicitar dólares a Cadivi para efectos de importar cualquier mercancía. Que le autoricen esos dólares ya no depende del que pide – mal que mal en el pedir no hay engaño - sino del que toma la decisión respecto a la asignación de divisas. Es muy difícil, casi imposible, que quien toma la decisión de asignar divisas para efectos de importaciones no sepa quién es quién detrás de cada solicitud. Es casi imposible que quien toma las decisiones sobre asignación de divisas no sepa qué empresas tienen cierta tradición importadora en cada rama de la producción, y quien es un recién aparecido.
EL SILENCIO EN LA ADUANA
En términos generales y abstractos, sin referirnos a ninguna persona, institución ni país en particular, recibir divisas a precio oficial para efectos de importar – cuando éstas son escasas - es un regalo del cielo para quien no tiene más costos que cargar su maletín y hacer los contactos necesarios en el mercado local para efectos de vender las mercancías importadas. Recibir divisas baratas para importar, cuando realmente se realiza la importación, es algo que sin lugar a dudas genera un respetable monto de ganancias, y que corresponde por lo tanto agradecer, en la medida que estemos en presencia de personas respetables y agradecidas con sus amigos y colaboradores.
Pero el negocio es mayor aun cuando se crea una empresa  - igualmente de maletín – en un país extranjero, preferiblemente de economía dolarizada, para que esa empresa emita facturas y otros documentos mercantiles que dan cuenta de precios elevados por las mercancías que supuestamente serán objeto de comercio internacional.
Pero cuando el negocio adquiere características  francamente espectaculares es cuando el container en que supuestamente viajan las mercancías importadas,  vendidas por la empresa de maletín en el país vendedor, viaja absolutamente vacio.  Los papeles pueden decir que en ese container vienen telas, juguetes o bolígrafos.  No tiene importancia. Lo importante es que nadie se tome la molestia de hacer una revisión exhaustiva en la aduna del puerto de  llegada. Más claro aun: es imprescindible que no hagan inspección alguna, lo cual también es un favor o una gentileza o una prueba de confianza de la cual hay que estar agradecido.
GRAN NEGOCIO
Una vez que la mercancía fantasmal ha llegado al territorio aduanero del país importador, en el caso hipotético de que esto sucediera en Venezuela, el Banco Central y Cadivi, y la banca correspondiente pagan al vendedor en el país de origen, preferiblemente en dólares contantes  y sonantes – por ello es bueno que el país esté dolarizado – que pueden después salir del país con destino a cualquiera isla caribeña con poco fisco, con mucho sol y con mucha discreción bancaria.  Listo el negocio. Ahora se puede empezar de nuevo.
La Presidenta del Banco Central de Venezuela reconoció en recientes declaraciones que una parte relevante de las divisas asignadas en el año recién pasado lo habían sido a empresas de maletín. No dio mayores detalles. Pero es altamente probable que el Banco Central y/ Cadivi sepan a quienes se le asignaron divisas, y el país podría informarse, por lo tanto, de cuales fueron esas empresas de maletín que recibieron dólares, de cuáles fueron los montos asignados, y que quienes eran sus cabezas visibles. Y  quienes tomaron las decisiones correspondientes.

domingo, 26 de mayo de 2013

VENEZUELA: COMPRAR MAS Y VENDER MENOS

(Artículo de Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 24 de mayo 2013.)



Según un reciente estudio realizado y publicado por la Asociación Latinoamericana de Integración, ALADI, Venezuela exporta cada vez menos a los países de la región y les compra cada vez más.
En la ALADI están presentes como países miembros prácticamente todos los países de la América del Sur, menos Guayana y Surinam, y también México, en la América del Norte. Además Cuba es miembro de ALADI desde hace unos pocos años atrás.  El estudio analiza las compras y las ventas realizadas entre si, y con otros países miembros, por Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, México, Uruguay y Paraguay, para efectos de pasar revista al comercio intrarregional.
Según esos datos - que curiosamente no siempre coinciden con los datos publicados en Venezuela por el INE -  en el año 2011 Venezuela compró mercancías en los países de la región por un monto total de 13.667 millones de dólares. Fue un comprador intrarregional importante. El cuarto en importancia, después de Brasil, Argentina y Chile. En el año siguiente, en el 2012, el rol del país como comprador desde los países mencionados se vio incrementado, pues compró en ellos mercancías por un monto de 15.039 millones de dólares.
Desde Argentina las compras pasaron de 1.870 millones de dólares a 2.264 millones de dólares. Desde Brasil el aumento fue desde 4.592 millones de dólares, a 5.056 millones de dólares. Desde Colombia las compras de nuestro país pasaron de 1.750 millones de dólares a 2.691 millones de dólares. A México, aun cuando la amistad y el cariño no sean muy grandes, se le compró por un monto de 1.661 millones de dólares en el año 2011 y por 2.118 millones de dólares al año siguiente. Por esta vía Venezuela se convierte en un amigo sumamente simpático en toda la región.
EL GRAN AMIGO
Es el amigo al cual todos quieren invitar a sus fiestas.  Nadie quiere dejar de estar presente cuando el Presidente de la Republica sale de gira por la región a hacer mercado,  tal como se vio recientemente en la gira presidencial por algunos países del Mercosur. Si a cambio de ello hay que calarse discursos aburridos, o viejas declaraciones de amor, o un cierto tufo a tramposería en la elección del susodicho, de todos modos el negocio vale la pena.     
Si como comprador Venezuela lo hace tan bien, desgraciadamente como vendedor lo hace bastante mal. Según la misma fuente, en el año 2011 Venezuela vendió a los países de la región analizados en el estudio mercancías por un monto de 4.872 millones de dólares. Esa cantidad bajó en el año 2012 a 3.871 millones de dólares. La distancia entre importaciones y exportaciones no solo es sideral- con manifiesto saldo en contra de Venezuela - sino que esa distancia se  amplía de año en año.
Las ventas venezolanas a Argentina, en el año 2011, fueron de 24 millones dólares. Casi nada. Al año siguiente aumentaron a 25 millones dólares. Casi nada más un millón de dólares. A Brasil, siempre tan generoso a la hora de vendernos alimentos, se le vendió en el año 2011 un monto total de 1.266 millones de dólares. En el 2012 esa cantidad bajó a 997 millones de dólares. A Colombia se le vendió un poco más de un año a otro: de ventas por 563 millones de dólares se pasó a 609 millones de dólares. Algo que sea.  A México  las ventas pasaron de 372 millones de dólares a 189 millones de dólares.
¿INTEGRACIÓN?
Esa interesante forma de integración regional que ha descubierto Venezuela - comprar mucho y vender poco – no se puede revertir por la vía de los discursos floridos ni por la vía de la diplomacia vacía e improvisada. La única forma de modificarla es produciendo más, con buena calidad y con buen precio. En otras palabras, ganar y exhibir competitividad. Los países de la región o de fuera de ella, no suelen comprar por amistad ni por hacerle un favor a nadie. Compran en la medida que el producto sea bueno y el precio sea ventajoso.  Si Venezuela quisiera cambiar sus políticas de comercio exterior, de modo de defender más y  mejor los intereses de los venezolanos, debería cambiar paralelamente su política económica interna, que encarece y destruye la  producción y la productividad del tejido empresarial venezolano público y privado.

viernes, 17 de mayo de 2013

NOTAS SOBRE LA EFICIENCIA


(Artículo de Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 17 de Mayo de 2013)



Se ha repetido en muchas ocasiones la idea de que Venezuela tiene todas las condiciones como para ser un país prospero y dinámico, pero no lo es pues le falta una condición ineludible: tener un buen gobierno.
El gobierno anterior se organizaba a partir del supuesto de que el Presidente tenía el deber y el derecho a decidir sobre todo. El Presidente era en la práctica el ministro de todos los ministerios, el gobernador de todas las gobernaciones, el alcalde de todas las alcaldías y el presidente ejecutivo de todas las empresas y dependencias estatales. E incluso se podría agregar que le molestaba muchísimo que hubieran espacios en el país donde se tomaran decisiones sin su participación. Nada podía decidirse, por lo menos en el ámbito estatal  – hubieran o no hubieran platas de por medio – sin el visto bueno presidencial. En esa forma, sin un grado importante de delegación de atribuciones y de capacidades decisorias, no hay ninguna empresa, organismo,  ni mucho menos un país completo, que puedan funcionar con eficiencia. Se trata de un método de toma de decisiones que está en el mundo contemporáneo clara e inescapablemente condenado al fracaso o a la ineficiencia.
Sin embargo, cuando el dinero es abundante - producto de una renta petrolera en crecimiento -  esa concentración absoluta de la capacidad decisoria genera dos consecuencias interesantes de tener en consideración. Por un lado, todo lo bueno que se hace – y siempre, todo gobernante termina haciendo algo bueno, por malo que sea – se atribuye a la generosidad o a la sabiduría de quien tomó las decisiones pertinentes. Y todo lo malo – que no es poco - se puede tapar, o acallar, o solucionar a punta de realazos.
NO SOPN LO MISMO
Con el nuevo gobernante, las cosas no pueden continuar por la misma senda. Por un lado, porque el mapa cromosómico del uno no es igual a la del otro, y la capacidad de meterse en todo – y de algo entender de cada cosa-  no es la misma. Por otro, porque la renta petrolera ya no genera los grados de libertad que generaba anteriormente.  Aun cuando esta sigue siendo alta, está comprometida en los pagos de la deuda externa; en los compromisos petroleros tan necesarios para mantener y consolidar amistades externas; en las importaciones que hay que realizar para cerrar la brechas productivas internas, generadas a su vez por la improvisación y la ineficiencia;  y en sostener algunos amigos sumamente caros que se han heredado de la presidencia anterior.
También hay que mencionar que la capacidad de meterse en todo no es la misma, no por falta de ganas, sino porque hay muchos funcionarios que se sienten con ganas o con capacidad de tomar decisiones por cuenta propia – dentro de la amplitud  ideológica que permite el socialismo del siglo XXI – lo cual genera un peligro incluso más grande que el centralismo anterior.  A muchos de esos funcionarios nadie les conoce alguna capacidad o competencia en esas áreas donde desempeñan funciones dirigentes, y en su afán de continuar en sus cargos, de mostrar lealtad hacia el proceso y de llamar la atención, son capaces de hacer cualquier locura. Pero también hay otros funcionarios, sobre todo los gobernadores electos, que sienten que tienen peso electoral y político propio, y no están por lo tanto tan decididos a hacer caso a cualquier imposición que les venga de Miraflores. Más aun, se mantienen en una silenciosa expectativa, esperando que la rueda de la fortuna abandone a los privilegiados actuales y pase cerca de donde se encuentran ellos. No hay, por lo tanto, condiciones económicas ni políticas como para que la economía se siga manejando de la misma manera que antes.
MERENTES-GIORDANI
Pero existen un par de  cosa que se mantienen iguales en este gobierno y el anterior: se trata de las figuras de  Merentes y de Giordani - como ministros o como altos funcionarios gubernamentales - que han tenido y siguen teniendo la alta responsabilidad de asesorar a sus jefes sobre las materias económicas sobre las cuales estos no entienden mucho.  Desgraciadamente estos elementos de continuidad entre dos situaciones que ya no son las mismas, no ayudan a presagiar nada bueno.

LOS PARAÍSOS FISCALES


(Artículo de Sergio Arancibia publicado en ELMUNDO ECONOMÍA Y NEGOCIOS el día 15 de mayo 2013.)



Los países de la OCDE están dando una interesante batalla para forzar a los llamados paraísos fiscales a entregar información sobre las cuentas que allí mantienen personas o empresas provenientes de todo el mundo. Es decir, esas cuentas dejarían de ser cuentas secretas, ocultas o carentes de la más mínima transparencia. De concretarse esas medidas, eso no significaría que esos paraísos fiscales dejen de ser tales, pero cambiarían algunas cosas importantes dentro del sistema financiero internacional.
Para analizar lo relativo a los paraísos fiscales hay que partir por dejar muy claro que el abrir cuentas bancarias en los sistemas bancarios localizados en ese tipo de países, o de establecer empresas que declaran esa localización, no es un delito ni en los paraísos fiscales, ni en los países de origen de esos capitales. El problema radica en que cuando esos capitales son de dudoso origen  -  corrupción pura y simple, robo a las arcas fiscales, sobornos, narcotráfico o situaciones por el estilo – el secreto bancario significa que esos dineros entran en un hoyo negro a partir del cual es muy difícil detectar su origen y su destino. El secreto bancario es vital para todos los capitales que tienen algo que ocultar respecto a su origen, a su monto, o a su destino. Pero cuando esos capitales son de origen legitimo, no tienen problema alguno, excepto cuando quieran ocultar a sus países de origen el monto de las ganancias o de los activos que pertenecen a determinadas empresas o personajes.
Pero eliminar el secreto bancario no elimina el hecho de que las empresas trasnacionales, que actúan en el negocio productivo y/o financiero en gruesa parte del planeta, puedan hacer aparecer sus ganancias en el país que estimen conveniente. A modo de ejemplo, si una empresa localizada en un país X, pero perteneciente a una determinada trasnacional,  contrata créditos a elevadas tasa de interés, con otra empresa perteneciente al mismo grupo pero localizada en el país Y,  puede que elimine sus propias ganancias, pero genera elevadas ganancias contables a la empresa radicada en el país Y. Si el país Y es un paraíso fiscal, la empresa trasnacional terminará pagando menores impuestos en el conjunto de sus actividades mundiales.  Lo mismo se puede hacer con la compra de insumos y con la contratación de asesorías o con el pago de diferentes servicios internacionales. Nada de eso es ilegal, aun cuando sea un sistema perverso. Nada de eso está llamado a eliminarse con el simple expediente de eliminar el secreto bancario. Pero puede hacerse mucho más transparente y estimular a los países a tomar nuevas medidas para regular los costos y los pagos al interior de un mismo grupo trasnacional.
En muchos países los contribuyentes están en la obligación de declarar no sólo las rentas que obtienen dentro del país, sino también las rentas obtenidas en cualquier rincón del planeta, y deben tributar sobre el monto de esa renta mundial. La eliminación del secreto bancario permitiría que los países tuvieran información sobre las rentas que algunos de sus ciudadanos ha obtenido en otros países. En esa medida los individuos no podrían falsear sus declaraciones de renta, ocultando información relevante, ni podrían evadir los impuestos correspondientes.  En ese contexto, adquiere singular importancia el concepto de renta mundial, el concepto de residencia – pues son los residentes de un país los que deben tributar en él de acuerdo a su renta mundial - y los tratados para evitar la doble tributación, pues esos tratados son los que determinan donde y cuando deben ser gravadas las ganancias provenientes de actividades que están localizadas fraccionadamente en muchos países.
Los países desarrollados encabezan hoy en día la lucha contra estos paraísos, preocupados por sus propios problemas fiscales. Pero es indudable que los países en desarrollo obtendrían también importantes beneficios tanto de una redefinición del secreto bancario en los paraísos fiscales, como de adopción del criterio de renta mundial como base para la tributación de sus ciudadanos. 
De aprobarse esta nueva normativa internacional serian muchos los políticos y los empresarios de América Latina, incluida desde luego Venezuela, que tendrían que buscar rápidamente algún otro lugar más discreto donde colocar sus fortunas.

viernes, 10 de mayo de 2013

MUCHA PLATA EN POCAS MANOS.


(Artículo de Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 10 de Mayo 2013.)



Durante los 14 años que van desde el 1 de enero de 1999 al 31 de diciembre de 2012 - que corresponden, más o menos, al período en que Venezuela estuvo gobernada por Hugo Chávez Frías -  el país recibió por concepto de exportaciones petroleras y no petroleras la suma total de 774.632 millones de dólares. Ni un dólar más ni un dólar menos, si aceptamos como buenas las cifras que proporciona el Banco Central de Venezuela. Un promedio anual de ingresos de 55.330 millones de dólares, sostenido durante 14 años, sin considerar todavía lo que entró por concepto de deuda externa y de inversión extranjera.
 No hay período alguno en la historia anterior de Venezuela en que se haya recibido por concepto de exportaciones una cifra tan alta. Así, por ejemplo, en los 14 años anteriores a Chávez, es decir, el período que va desde 1985 a 1998 –que comprende los períodos presidenciales de Lusinchi, Carlos Andrés Perez y  Caldera- el ingreso total por concepto de exportaciones ascendió a 216.209 millones de dólares, lo cual arroja un promedio anual de 15.443 millones de dólares.
En los 14 años anteriores a Chávez el ingreso por concepto de exportaciones - constituido básicamente por ingresos petroleros - se repartía o se distribuía en el país por la  vía de las asignaciones que se establecían año a año en la ley de presupuesto aprobada por el Parlamento.  El Presupuesto anual, y la correspondiente discusión y negociación parlamentaria, constituían el mecanismo fundamental a través del cual la riqueza petrolera fluía al conjunto del cuerpo social y económico del país.
CONCENTRACIÓN
Durante el período presidencial de Hugo Chávez el Parlamento fue paulatinamente perdiendo esa función de centro de negociación y de distribución de la riqueza petrolera del país.  Ese poder decisional fue concentrándose crecientemente en las manos de una sola persona, el Presidente de la República. Los mecanismos a través de los cuales tuvo lugar este proceso fueron varios. El principal de ellos consistió - y todavía consiste - en que los ingresos petroleros son canalizados directamente por la industria petrolera para todo tipo de objetivos políticos, sociales y económicos, en el ámbito nacional e internacional, y para cosas que nada tienen que con el petróleo. La asignación de la riqueza petrolera dejó, por obra y gracia de  este mecanismo, de realizarse a través de los representantes del pueblo reunidos en el Parlamento,  y pasó a realizarse por la vía de las  decisiones tomadas por el Presidente de la República e implementadas por el presidente de la estatal petrolera.  Paralelamente,  el Presupuesto anual - que sigue siendo aprobado por la Asamblea Nacional – tiene cada día más el carácter de un ejercicio de política ficción, en que se escriben y se aprueban cosas que todo el mundo sabe que no se corresponden ni se corresponderán con la realidad.  También la transformación institucional del país implicó que el BCV se vio en la obligación de transferir recursos en dólares al Fonden, dependiente de a la Presidencia de la República, para que esta última instancia  decidiera el destino que esos fondos tendrían.
¿A que se destinaron los 774 mil 632 millones de dólares recibidos por el país durante el período que comentamos? Hay un gasto claramente identificado: en importaciones se gastaron durante los 14 años de la Presidencia de Hugo Chávez un total de 433.648 millones de dólares. Ni un dólar más ni un dólar menos, según nuevamente las cifras del BCV. Esa suma incluye los bienes de consumo importados, para abastecer en mejor y en mayor forma a la población, y los bienes de inversión que la industria estatal o privada necesitaron para incrementar la capacidad productiva. ¿Y qué pasó con los 341 mil millones de dólares restantes? ¿Se acopiaron bajo la forma de reservas internacionales? No. Claramente no: se gastaron en servicios de todo tipo, en constituir depósitos privados en el exterior y en financiar a políticos, partidos y gobiernos amigos en diferentes partes del globo terrestre.

viernes, 3 de mayo de 2013

EL ORO NO SIEMPRE BRILLA


(Artículo de Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 3 de mayo 2013.)



El aro - además de ser un metal demandado como tal para joyas y algunas otras utilizaciones industriales – tiene la peculiar característica  de ser considerado un activo financiero. Más aun, es el único activo financiero que tiene la extraña peculiaridad de ser activo de quien lo posee, pero no ser pasivo de nadie.  En esa medida, muchos bancos centrales y otras organizaciones financieras internacionales mantiene parte importante de sus reservas internacionales  bajo de forma de oro.  Su oferta a nivel internacional está dada fundamentalmente por la nueva producción originada anualmente por la minería del oro, y en parte, por la desacumulación de reservas que realizan los bancos centrales. El precio del oro, se determina más por la oferta y demanda que éste metal tiene internacionalmente como activo financiero, que por sus usos propiamente industriales. Como sucede con cualquier activo financiero que tiene un valor fluctuante en el mercado internacional, sus propietarios pueden tener pérdidas o ganancias.  Cuando el valor del oro sube, aquellos países o instituciones que tienen altas reservas en dicho metal, reciben una sustanciosa ganancia. Pero cuando el precio del oro baja se generan pérdidas que son consecuencia de una mala apuesta, o del mal olfato, que se utilizó al decidir  cuánto de la reservas internacionales se mantienen en oro y cuánto en otros activos financieros internacionales.
Hoy en día el precio del oro está en una fase decreciente. Las últimas cifras muestran que su precio estaba, en la semana pasada, en 1402 dólares por onza troy, en circunstancias que hace un año atrás estaba en 1646 dólares por onza troy y hace dos años atrás en 1692 dólares por onza troy. El dólar en cambio, ha subido su cotización en los mercados financieros internacionales. Ambas cosas no son fenómenos independientes sino que están estrechamente relacionados. Si la gente cree que el dólar se va a depreciar - por la razón que sea - se desprende de los dólares y se refugia en el oro, y el precio del oro sube. Pero si el precio del dólar -medido en las otras monedas que fungen internacionalmente como monedas de reserva - se fortalece, entonces los agentes económicos y financieros internacionales vuelven a apostar a la tenencia de dólares, y se desprenden de parte del oro, y está mercancía baja su precio en los mercados internacionales.
El Banco Central de Venezuela exhibe, en relación al oro, dos  características importantes: primero, es uno de los  tenedores de oro más importantes del mundo, por lo menos en relación a su tamaño económico. Está en el lugar número 15 a nivel internacional en lo que se refiere sus reservas en oro. Tiene más oro en sus reservas que Inglaterra, Brasil o Argentina, para poner sólo algunos ejemplos. La segunda característica es que el porcentaje de sus reservas constituido por el oro es extraordinariamente alto. Según las últimas cifras  publicadas por el BCV más del 70 % de las reservas están constituidas por oro. En esas circunstancias, una situación en el mercado internacional del oro como la que estamos atravesando actualmente, significa un fuerte daño patrimonial para las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela. Para prever este tipo de situaciones, que son intrínsecas a la variabilidad o volatilidad de los precios en los mercados internacionales, todos los países optan por tener sus reservas distribuidas entre varios activos financieros diferentes, de modo que si uno sube, otros bajan, y los valores del país no suben caídas violentas. Pero el BCV no ha actuado en los últimos años con ese sano criterio. Ha asumido la errónea teoría de que el oro es el activo más sólido y más confiable existente en el mundo, lo cual se ha demostrado que es un error casi infantil.
VISION IDEOLÓGICA
También, en alguna medida, ha pesado en la decisión del BCV la visión ideológica de que el imperio norteamericano está a punto de rodar por los suelos y ubicarse en el basurero de la historia, y por lo tanto, tener reservas en dólares es un pésimo negocio, además que una forma indirecta de sostener al imperio, cosa que las generaciones futuras le cobrarían indignadas a Venezuela y a su BCV. Locuras de esta naturaleza, realizadas en el Gobierno anterior, cuando las divisas eran abundantes, no tenían consecuencias demasiado trágicas. Pero ahora, cuando las divisas se han convertido milagrosamente en escasas, seguir con la misma política comienza ya a tener consecuencias francamente dramáticas.