(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en la edición impresa de TAL CUAL el día 1 de
septiembre de 2017)
La medida
recientemente anunciada por el Presidente Maduro, encaminada dejar de usar el
dólar en las transacciones internacionales de Venezuela y pasar a utilizar otras
monedas tales como el yuan, el rubro o la rupia, genera una serie de
interrogantes.
En primer
lugar, el elevado volumen de deuda externa que tiene el país, que suma alrededor
de 130 mil millones de dólares - entre bonos soberanos, bonos de PDVSA y deuda
con proveedores – es deuda nominada en dólares y tanto los intereses como el
capital deben en algún momento ser pagados en dólares. Eso no se puede modificar
a menos que Venezuela se ponga de acuerdo con todos y cada uno de los acreedores
y lleguen a una un acuerdo diferente, lo cual es muy difícil que suceda. Pero
en principio esa deuda es en dólares y se necesitan dólares para pagarla. No se
les puede pagar a los tenedores de esos bonos en yuanes ni en rupias. ¿Tiene el
Gobierno alguna forma de modificar aquello?
La nueva
deuda que el país emita, en cambio, puede estar nominada en la moneda que se quiera.
Pero si emite bonos soberanos en rupias, por ejemplo -que pagarán intereses y
amortizaciones en rupias - entonces es altamente posible que esos bonos solo
sean adquiridos por agentes económicos ubicados en India, o que hagan habitualmente
operaciones con India y mantengan, por lo tanto, una cantidad importante de sus
activos financieros en esa moneda. Eso reduce el ámbito financiero en el cual se
podrán colocar esos bonos y el gobierno venezolano tendrá que hacer muchos
esfuerzos -es decir, ofrecer términos más convenientes para los eventuales
compradores de esos bonos - para poder colocarlos. Además, el sistema bancario
y financiero de India – y también el de Rusia - no actúan en base a principios
de solidaridad internacional - sino en fríos términos de búsqueda del mayor
lucro posible, y por lo tanto, cobrarán la misma tasa riesgo país que cobra el
sistema bancario y financiero de Europa o de Estados Unidos. Todos los sistemas
bancarios están hoy en día altamente interconectados internacionalmente, y
todos terminan cobrando más o menos lo mismo.
India es el
tercer comprador internacional de petróleo venezolano. Si Venezuela así lo
quiere India puede pagar aquello con rupias. Estaría feliz de hacerlo así, en
vez de pagar en dólares. ¿Que puede hacer Venezuela con las rupias que adquiera
por la vía de la venta de petróleo o por la vía de la colocación de deuda en
rupias? Pues comprar bienes y servicios
en India o en países que comercien habitualmente con India, lo cual no está
claro que sea un buen negocio para Venezuela. También puede cambiar las rupias
por dólares, para comprar bienes en Estados Unidos o en Europa, con lo cual
volvemos a la situación actual, pero pagando para ello la comisión bancaria por
las operaciones de cambio que se realicen. ¿Cúal es el beneficio de todo esto?
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