(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en EL MUNDO ECONOMÍA Y NEGOCIOS el día 21 de Enero
del 2014)
Panamá ha estado,
en diciembre y en enero, en el centro de las noticias mundiales por el conflicto
suscitado entre las empresas constructoras de la ampliación del Canal, que
querían más plata, y el Gobierno de Panamá, que no estaba dispuesto a hacer el
papel de Santa Claus, aun cuando se tratara de época navideña.
Cuando se
inaugure la ampliación del Canal de Panamá y puedan circular con esa vía los
super tanqueros portadores de petróleo y grandes barcos portadores de contenedores,
pero con una capacidad de carga el doble que la actual, no solo se generarán ingresos
adicionales, por peajes y servicios conexos, para la economía panameña, sino
que serán muchos los agentes económicos de la región y del mundo que se verán afectados,
y que ya en el día de hoy están tomando las decisiones económicas que la nueva
situación les exige.
El costo del
trasporte será menor y eso abaratará el costo de muchos productos que se
transan internacionalmente. También se reducirá el tiempo de rotación de las
mercancías y del capital, con lo cual ganarán los países exportadores, los
consumidores finales y los puntos en que esta nueva generación de barcos tenga
que recalar para comprar bienes servicios que solo se pueden proporcionar en
tierra.
Ya hoy en día,
los astilleros de todo el mundo están construyendo, o recibiendo órdenes de
construcción, de esa nueva generación de barcos que podrán transitar por el
nuevo canal bioceánico y, obviamente, detrás de ellos están las grandes compañías
petroleras y navieras. Se trata de empresas mundiales que mueven millones y
millones de dólares, y que no podían, a estas alturas de los acontecimientos,
ser meramente espectadoras de un conflicto entre Panamá y las empresas
constructoras que intentaran paralizar las obras de ampliación del canal.
Pero esos
super barcos no solo necesitan un canal más ancho y más profundo para poder
transitar entre el Pacífico y el Atlántico, sino que necesitan también de
puertos más grandes, con mayores instalaciones y con mayor profundidad, en los
países de origen y de destino. Los principales puertos norteamericanos de ambas
costas ya se están preparando para poder atender ese tipo de barcos, e incluso muchos
puertos latinoamericanos están tomando las previsiones del caso. El propio Panamá
tiene ya hoy en día, tanto en el Pacifico como en el Caribe los dos puertos más
grandes de toda América Latina, y esos puertos serán ampliados, de modo de mantener
su rango y su importancia, pues es importante construir puertos que puedan ser
puntos de transferencia del comercio de contenedores a nivel no solo regional,
sino que mundial. Puertos grandes y
eficientes, zonas francas, conexiones
aéreas a todas partes del mundo, playas y hoteles de primer nivel, un gran
centro bancario, entre otras cosas, convierten a Panamá en un centro de
negocios de primera importancia a nivel regional y mundial. Colombia es otro
país que hace grandes inversiones en infraestructura portuaria, sobre todo en
Cartagena, a la espera de la nueva situación geopolítica y geoeconómica que se
abrirá junto con las compuertas del nuevo canal.
Venezuela no
parece estar preocupada de esta nueva situación geopolítica y geoeconómica que
se producirá ya en esta década. Pdvsa no se sabe que esté construyendo, ni sola
ni en sociedad con nadie, los super tanqueros que podrían llevar su petróleo a
China o al conjunto de Asia, si esa fuera su visión estratégica. Tampoco se sabe que Bolipuertos esté
preocupado de generar grandes estaciones de transferencia de contenedores, que
puedan convertir a Venezuela en una plaza importante en el comercio entre las
costas pacíficas y atlánticas de la América del Sur.
Se suele repetir
que entre las muchas cosas favorables con que la naturaleza ha dotado a Venezuela,
se encuentra su privilegiada posición geográfica, entre el norte y el sur de
las Américas, y de cara a Europa, en el centro de todas las vías. Sin embargo, esa
situación no solo nunca se ha aprovechado cabalmente, sino que está mucho mejor
aprovechada por otros países de la región, con mayor visión estratégica. La
naturaleza genera oportunidades, pero
son los gobiernos y los pueblos los que aprovechan o se farrean esas oportunidades.
sergio-arancibia.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario