jueves, 19 de octubre de 2017

PRESUPUESTO DE DIVISAS


(Artículo de Sergio Arancibia publicado en la edición digital de EL MUNDO ECONOMÍA Y NEGOCIOS el día 18 de octubre de 2017)


El Presidente de la República, Nicolás Maduro, informó recientemente que se había tomado la decisión de elaborar un presupuesto de divisas, para que el país supiera - y los organismos legislativos pudieran decidir con fundamento -cuanto eran las divisas que el gobierno recibe anualmente por concepto de exportaciones, inversiones extranjeras y prestamos – por mencionar solo las principales fuentes de ingresos - y, al mismo tiempo, cuáles son los egresos o gastos que se tienen planificados. Sería muy bueno que efectivamente se avanzara en la construcción y presentación al país de un instrumento financiero y de planificación de esa naturaleza, siempre y cuando, desde luego, no se confundieran los ingresos y gastos del gobierno con los ingresos y gastos de todos los agentes económicos que hacen vida en el país.
Si un presupuesto de esa naturaleza existiera se podría saber con certeza, por ejemplo, cuanto se debe pagar por concepto de amortizaciones e intereses de la deuda externa, en lo que queda de año, y quienes son realmente los acreedores de la nación.
Se podría saber, también, que importaciones de bienes y servicios contarán con divisas oficiales para comprar insumos y materias primas, y que sectores tendrán que reducir sus niveles de producción y/o tendrán que arreglárselas como puedan.  Si se contara con una asignación previa de esa naturaleza los empresarios sabrían con la debida antelación con qué cantidad de divisas por la vía estatal cuenta cada sector o sub sector a lo largo de los próximos meses. Hoy en día el gobierno decide en forma bastante poco transparente como asigna las divisas. Mientras esa asignación centralizada -que no es buena - persista, es mejor que lo permitido y lo posible se sepan con la debida antelación.  
Sería muy bueno contar con información transparente sobre cuáles son los niveles de exportación petrolera y hacia que países se canalizan esas ventas. También sería bueno sincerar cual es el monto de las exportaciones no petroleras.
¿Cuánto ha ingresado al país -y cuanto se espera que ingrese en el futuro cercano- por concepto de inversión extranjera directa? ¿O por concepto de turismo? ¿O por concepto de nuevos créditos, si logran conseguirlos?  Toda esa información podría ser relevante para restarle secretismo a las discusiones sobre política económica y para tomar decisiones – e incluso para llegar a ciertos consensos nacionales - sobre una base más certera y transparente.
Si se contara con un instrumento de esa naturaleza, y se hiciera el control posterior de los gastos y los ingresos, se podría saber no solo lo que se pensaba hacer al principio del año, sino también que fue lo que efectivamente sucedió. Sería un avance importante con respecto a la situación actual.














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