(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en la edición digital de EL MUNDO ECONOMÍA Y NEGOCIOS
el día 11 de octubre de 2017)
Colombia y
Venezuela no solo son países vecinos y países que tienen a Bolívar como miembro
relevante de sus héroes libertadores, sino que también tienen en común el hecho
de ser países petroleros. En la América continental son pocos los países que
pueden hacer uso legítimamente de ese calificativo: solo Ecuador, Colombia y
Venezuela, si por país petrolero entendemos una situación en la cual el petróleo
y sus derivados más directos constituyen el primer rubro de sus exportaciones.
Así solo sucede en los tres países mencionados. México y Canadá también son
exportadores de petróleo, pero éste no es el primer rubro en su respectiva su
cartera de exportaciones.
Colombia
exportó en el año 2006 – hace diez años atrás - un monto total de 24.390
millones de dólares. De ese monto, 4.535 millones eran petróleo. Es decir, los
hidrocarburos representaban el 18.6 % del total de las exportaciones colombianas.
Diez años después las exportaciones totales han aumentado a 30.984 millones de
dólares, y las exportaciones petroleras se han incrementado hasta sumar 8.000 millones
de dólares, lo cual representa el 25.8 % del total de lo exportado.
Ya en estas cifras
se percibe una diferencia sustantiva con nuestro país. Venezuela pasó de 61.385
millones de dólares como exportaciones totales en el año 2006, a 29.281
millones de dólares en el año 2016, cifra esta última que esta inflada por las
exportaciones de oro monetario del BCV, que fueron aproximadamente 3 mil
millones de dólares. No es cierto, por
lo tanto, que todos los países que tienen la categoría de países petroleros se
han visto disminuidos en sus exportaciones en el transcurso de la última
década.
Y de ese
total exportado, las exportaciones petroleras venezolanas - que fueron de 56.819
millones de dólares en el año 2006 - pasaron a 24.159 millones de dólares en el
2016. Tuvieron una baja superior al 50 %. Mientras las exportaciones totales de
uno aumentan, las del otro bajan. Mientas las ventas petroleras de uno aumentan
las del otro bajan.
De las
cifras anteriores se desprende que las exportaciones no petroleras de Colombia
fueron 19.855 millones de dólares en el 2006 y que diez años después ellas
llegaban casi a los 23 mil millones de dólares. En el caso venezolano, en
cambio, las exportaciones no petroleras y no auríferas fueron de 4.566 millones
de dólares en el 2006 y bajaron a 2.204 millones de dólares en el 2016.
Comparar la
situación de dos países es indudablemente una tarea que demanda mucho más
espacio y muchas otras variables y reflexiones. Pero lo que queda claro de
estas pocas líneas es que la situación del mercado petrolero internacional no
es la única variable que puede explicar lo que sucede con las exportaciones
totales de un país petrolero. Lo que hagan o dejen de hacer los gobernantes
tiene también muchísima importancia.
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