(Artículo deSergio Arancibia publicado en la edición digital de EL MUNDO ECONOMÍA Y NEGOCIOS del dia 25 de enero de 2016)
En todas partes del mundo las casas de cambio son empresas, públicas o privadas, que se dedican al negocio de comprar y vender divisas, con una ligera diferencia entre el precio al cual compran y el precio al cual venden, pues tienen que obtener una legítima ganancia. Comprar, por ejemplo dólares - a los que quieran vender esa divisa - y venderla posteriormente, un poco más cara, a quienes quieran comprarla. Se asume que a mediano plazo las cantidades que se compran de una divisa tienen que ser iguales a las cantidades que se venden, pues si no, se acumularían stocks de una determinada divisa en poder de la casa de cambio, sin poder venderla, o en caso contrario, tendrían que vender mucho de una determinada divisa, reduciendo los stocks de reserva que puedan tener. Tambien puede suceder - si el precio de las divisas puede cambiar con la condiciones imperantes en el mercado - que el precio de la divisa suba o baje y eso termine por equilibrar la oferta y la demanda. Pero si el precio está fijado por la autoridad monetaria -como sucede actualmente en Venezuela- esto último no puede suceder.
Las casas de cambio que se han autorizado en las ciudades cercanas a la frontera con Colombia cambiarán pesos por bolivares. Según lo que se ha anunciado se necesitarán cuatro pesos para comprar un bolívar. Es un precio relativamente caro para el bolivar. Al parecer, se pueden comprar bolivares más baratos en otros puntos de la zona fronteriza, ya sea en el lado colombiano o en el lado venezolano. Por lo tanto, es dable pensar que no muchos poseedores de pesos van a a convertirlos en bolivares a esa tasa de cambio. Habra poca oferta de pesos.
Pero para los posedores de bolivares será un buen negocio comprar pesos en las casas de cambio, pues con 1 bolívar comprarán muchos pesos - 4 pesos para ser más exactos - con los cuales pueden comprar a su vez, mercancías o dólares en el territorio colombiano. Pesos baratos implican dólares baratos, pues los pesos se pueden convertir libremente en dólares en el lado colombiano
Para ser más precisos: comprar un dólar en Colombia exige 2.936 pesos. A razón de cuatro pesos por bolívar, esa cantidad de pesos se puede adquirir con 736 bolivares. Se trata indudablemente de un buen negocio para quien logre adquirir esos pesos, y con esos pesos, adquirir dólares.
En síntesis, las casas de cambio recibirán una gran oferta de bolívares – a cambio de pesos- y una gran demanda de pesos- a cambio de bolívares. O en otras palabras, una escasa oferta de pesos, y una escasa demanda de bolívares. Las casas de cambio de la frontera se constituirán así en puntos de demanda de pesos y en puntos de oferta de bolivares, pero no funcionarán como el lugar de encuentro de compradores y vendedores de una misma mercancia, como se supone que deberían ser.
Durante un dia o una semana, o quince dias a lo más, las casas de cambio podrán funcionar con una demanda de pesos muy superior a su oferta, pero a mediano plazo eso no funciona. Para vender pesos necesitan que alguien venda pesos, y a la tasa de cuatro por uno es muy dificil que eso suceda. ¿ Entonces….? Entonces alguien tiene que proveer a esas casas de cambio de los pesos que necesitan. Lo seguro es que las autoridades monetarias colombianas no se van a meter en este lio. ¿El Banco Central de Venezuela cumplirá ese papel? Es posible. Cualquier cosa es posible a ese nivel. Pero seria un pésimo negocio para esa institución. Lo único que ganaría sería el efecto mediatico de poder decir que el bolivar se ha estabilizado en un determinado valor y para lograr aquello tendría el Banco Central de Venezuela que deshacerse de una cantidad indeterminada de sus escasas reservas internacionales. Como lo más probable es que el Banco Central de Venezuela no tenga pesos colombianos en sus reservas internacionales, tendrá que deshacerse de dólares, para que esos dólares sean cambiados por pesos y con ellos proveer a las casas de cambio que se establezcan en la frontera. Y aun asi, el valor del bolívar y del dolar que se defenderá por medio de toda esta operación, solo imperará en las casas de cambio, pues en la calle las ofertas y las demandas insatisfechas seguirán generando una tasa de cambio entre pesos, bolívares y dólares diferente, que se podrá medir con los indicadores económicos convencionales, bien o mal construidos.
En sintesis, la tasa de cambio de 736 bolívares por dolar se convertira en una tasa de cambio más, de la muchas que ya existen en el pais, y que no lograá estabilizar el mercado cambiario nacional ni regional.
Lo unico que les queda por probar, a los estrategas cambiarios del gobierno, es adoptar la estrategia de Trump: construir un muro a lo largo de toda la frontera e impedir todo tráfico de personas, de mercancías y de monedas entre los dos países.
Saludo amigo, excelente análisis. En los supermercado hay productos de la cesta básica importados, por ejemplo un Kg. de arroz suoera los Bs. 4000 si el gobierno autoriza a las empresas a importar con sus propios dolares a que monto se lo reconocen?
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