Artículo
de Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 11 de Febrero de 2015.
La Comisión
Económica para América Latina, Cepal, acaba de dar a conocer su estudio titulado
Panorama Social de América Latina 2014 en el cual presenta datos sobre la
evolución de la pobreza y la extrema pobreza en la región.
Según esa
fuente, Venezuela es el único de los doce países sobre los cuales se tiene
información en el cual la pobreza aumentó en el transcurso del año 2013, con
respecto al año inmediatamente anterior. Según Cepal, en el año 2012 la pobreza,
medida a través del nivel de ingreso,
afectaba al 25.4 % de la población venezolana. Un año después ese indicador
había aumentado a 32.1 % .Un salto brusco de casi 7 puntos porcentuales. La
pobreza extrema a su vez, pasó de 7.1 % en el año 2012 a un 9.8 % en el 2013.
Para el año 2014 todavía es muy pronto como para tener datos confiables. Pero
es dable suponer que en este año recién pasado
los problemas sociales y económicos de Venezuela se han agravado – el PIB disminuyó en cerca del 4 %- por lo cual los índices de pobreza y de
extrema pobreza tienen que haber aumentado.
En promedio
la pobreza afecta a un 28 % de la población en el conjunto de la América Latina.
Venezuela se encuentra, por lo tanto, en una peor condición que la media
latinoamericana. Con indicadores mejores que los de Venezuela se encuentran
países tales como Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá o Uruguay. Con
indicadores de pobreza peores que los de Venezuela se encuentran Ecuador, El
Salvador, Paraguay y República Dominicana. Pero aun en aquellos países que
tiene más pobreza que Venezuela, la pobreza va en disminución, mientras que en
Venezuela va en aumento.
Este no es
un dato adjetivo y sin importancia. En realidad hace a la esencia de lo que significa el gobierno venezolano en el contexto
nacional y regional. En realidad nunca nadie ha supuesto que el régimen
bolivariano era una alternativa como para poner a Venezuela a producir más. En
términos de la vieja terminología
marxista, ni los más entusiastas partidarios del chavismo han postulado
jamás que estábamos en presencia de una forma de organización social que potenciara
el desarrollo de las fuerzas productivas. La mayor o menor producción y disponibilidad
de bienes y servicios se ha dejado depender en forma cada vez más alta de los
precios del petróleo. Ni siquiera de la mayor producción de petróleo, sino de
los precios que ese bien presenta en los mercados internacionales. De allí para adelante el problema del régimen
siempre se ha centrado meramente en el problema del reparto de lo que hay.
Repartiendo y distribuyendo tanto la renta petrolera como los montos de ingreso
que se agregaban por la vía del endeudamiento externo, el gobierno
elevaba los niveles de consumo y de bienestar de importantes estamentos
de la población nacional y ganaba grados importantes de adhesión política. Pero
he aquí que los elevados ingresos se acabaron, los flujos de divisas disminuyeron
y el gobierno se muestra nacional e internacionalmente como un importante
productor de pobreza, sin haber aumentado la producción de valores y de
riqueza. El mayor productor de pobreza
en toda América Latina. El único país
que logró aumentarla entre los años 2012 a 2013.
Internacionalmente
ya no tiene nada que mostrar, ni constituye
ningún ejemplo a seguir, ni es un modelo
que vale la pena imitar. Ningún país quiere que le enseñen como producir más
pobres. Además, ya no tiene chequera y no es por lo tanto, un amigo tan
simpático como antes. Nacionalmente, sin embargo, las cosas son un tanto
diferentes. Hay sectores que vuelven a
ser pobres. En el 2013 hubieron más pobres que en el 2012 y en el 2014 más
pobres que en el 2013. Pero nadie que quiere
hacer ese camino de regreso a la pobreza,
o cada quien quiere ser el último en emprenderlo. Y para bien o para
mal, la forma de postergar la partida, es aferrarse a lo que hay. Aun cuando
parezca evidente de que el Titanic se está hundiendo, cada cual busca la manera de salvarse en
forma individual, por lo menos hasta que no aparezca una propuesta creíble de
salvataje colectivo.
sergio-arancibia.blogspot.com