(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en EL MUNDO ECONOMÍA Y NEGOCIOS el día 10 de Diciembre
de 2014.)
La baja en
el precio internacional del barril de petróleo -
con respecto al precio imperante durante 2013 y en el primer semestre
del 2014 - parece ser un hecho económico que se mantendrá vigente durante el
año 2015. Más allá de esos próximos doce meses
no es fácil hacer pronósticos – pues son muchas las variables económicas
y políticas que se conjugan en ese mercado - pero en este nuevo año que ya está
por iniciarse, todo parece indicar que el precio bajo se mantendrá. Con respecto a los promedios
que imperaron durante el año 2013 y 2014, la baja en el precio del barril de
petróleo será de un orden de entre 25 y 30 %. Aun cuando pueda ser obvio, esta
situación es un golpe económico fuerte
para los países exportadores de petróleo – Venezuela y Trinidad y Tobago, por
ejemplo - y un acontecimiento feliz para aquellos países que
son importadores netos de ese combustible, tales como Chile, Argentina y la
mayoría de los países de Centro América y del Caribe. Sin embargo, aun en el
caso de los países importadores netos de petróleo y sus derivados, los
resultados no serán enteramente positivos, en la medida en esta baja del precio
se da al unísono con la baja en el precio de otros productos primarios que dichos
países exportan. Veamos algunos casos.
Argentina es
un país importador neto de petróleo y gas, aun cuando también mantiene algunos volúmenes de exportación. Si
tomamos el año 2013, las exportaciones de todo el capitulo 27 por parte de Argentina
sumaron 3.500 millones de dólares aproximadamente- parte importante de ello a Chile y a Brasil,- pero sus importaciones de petróleo, gas y
demás derivados de los hidrocarburos fueron de 13,800 mil millones de dólares -
parte importante de ello desde Bolivia y desde Trinidad Tobago. El saldo neto
son compras por valor aproximado de diez mil millones de dólares. Un ahorro de
25 % en esa factura energética significaría para Argentina un menor gasto de 2.500
millones de dólares. Desgraciadamente para ese país, las exportaciones de soya
parecen indicar que el precio correspondiente en el 2015 será menor que el que
se presentó en el 2013 o en parte del 2014, todo lo cual llevara a Argentina a
perder ingresos por el comercio soya por un
monto muy cercano a lo que ahorrará por concepto de petróleo.
Chile es también
un importador neto de petróleo, pero con una situación mucho más dramática que
Argentina, pues su producción interna de ese combustible es cercana a cero.
Casi todo su consumo proviene del exterior. Los principales países proveedores
son Brasil, Colombia, Ecuador, Trinidad Tobago y muy en particular Argentina - país con el cual hay tendidos oleoductos
y gaseoductos que atraviesan la Cordillera de los Andes. Las compras totales
del capítulo 27 por parte de Chile suman poco más de 15 mil millones de dólares
en el año 2013. Un menor precio de 25 % sobre esa cantidad implica un ahorro de
3.750 millones de dólares al año. Sin embargo, el cobre – cuyas exportaciones
desde Chile alcanzaron a aproximadamente 42 mil millones de dólares en el 2013,
en sus diferentes presentaciones - está también presentando un menor precio en
el mercado internacional. Un caída de
10% en los precios del cobre ya casi compensa y sobrepasa lo que este país
ganaría por el menor precio de la factura petrolera.
Un tercer
caso interesante es el de Brasil, cuyas importaciones de bienes que se incluyen
dentro del capítulo 27 alcanzaron los 47.300 millones de dólares en el año
2013, mientras que las exportaciones de los mismos rubros sumaron 17.800
millones de dólares. Eso genera un saldo importador neto de 29.500 millones de
dólares. Un 25 % de esa cantidad significaría un menor costo de 7.375 millones
de dólares. En soya y sus principales sub productos Brasil exportó en el año
mencionado por un valor de 24,700 millones de dólares. Aun cuando la soya bajara
en un 20 % en el mercado internacional, el ahorro petrolero seria mayor que el
menor ingreso soyero, todo lo cual nos muestra un país que se beneficiará en
términos netos de la baja en el precio internacional del petróleo.
Es dable
suponer que la mayoría de los países del Caribe se encuentran también en una
situación de beneficiarios netos de la baja en el precio internacional del
petróleo, la cual, en la presente coyuntura, les aportará un beneficio mayor
que el que venía fluyendo por la vía de las excepcionales condiciones de venta que les
ofrecía Venezuela. En todo caso, si se suman ambas circunstancias, tanto mejor
para ellos. En la cruda realidad de la economía, muchos países pueden lamentar
la situación de Venezuela y manifestar su profunda solidaridad con ella, pero a
la hora de la chiquita, movidos por el legítimo interés nacional, aprovecharán
tanto como puedan las nuevas condiciones del mercado petrolero.
sergio-arancibia.blogspot,com
No hay comentarios:
Publicar un comentario