(Artículo de
Sergio Arancibia publicado en TAL CUAL el día 6 de Diciembre de 2013)
En su afán
de controlarlo todo al Gobierno se le están escapando las compras y ventas realizadas en varios importantes mercados del
país.
En el campo
del internet, por ejemplo, Gobierno ha respetado, por ahora, la medida dictada
por ellos mismos en el sentido de que los venezolanos pueden realizar compras
de bienes y servicios en el exterior, vía internet, hasta por un monto de 400 dólares anuales. En este campo
les ha preocupado más la cantidad bruta
que el detalle de cada operación.
Pero dentro
del país hay un campo grande y creciente de compras y ventas que se realizan
por la vía electrónica, en las cuales la intervención del Gobierno se muestra
un tanto retardada. En ese mercado, se ubican grandes vendedores y miles de
compradores, que no están obligados por nadie a realizar con los primeros operaciones
de compra y venta, pero que las realizan libre y soberanamente por considerar
que eso les conviene de alguna forma. Pero es altamente probable que las
empresas vendedores, aun cuando tengan que pagar los costos de despacho,
obtengan una ganancia que supere el 30% - que es la tasa limite que alguien en
las alturas del poder inventó, aun cuando
no está todavía claro si se trata de una tasa anual, mensual o semanal – pues
no tiene que pagar locales de venta y exhibición. Habría que analizar esa situación y
caerles encima con todo el peso de la ley si es que se descubre algún nivel de
ciberestafa al usuario oculto en estas redes tan poco transparentes.
También en
ese mercado electrónico hay miles de
vendedores de ocasión que se encuentran con otros tantos miles de
compradores de ocasión y deciden realizar un cambio de propiedad sobre ciertas
mercancías claramente identificadas. El precio que impera en estas transacciones
está hasta ahora, dado por la oferta y la demanda. Seguramente muchos ofertan,
a un precio determinado, productos que han comprado en algún momento del
pasado, a precios más bajos. Están obteniendo, por lo tanto, una tasa de ganancia.
Incluso es posible que esa tasa de ganancia sea superior al 30%, con lo cual se
ubicarían claramente en el campo de los burgueses usureros, vendepatrias y
parasitarios. No hay razón alguna para
que el Gobierno no intervenga rápidamente para poner fin a esta insólita
situación. Y la solución es bastante fácil. Bastaría con imponer que cada una
de las mercancías que allí se transan sea previamente tasada por un funcionario
gubernamental para establecer que se está vendiendo a un precio justo, previa
presentación, desde luego, de los papeles de compra y de los demás recaudos que
den cuenta de los costos en que el vendedor ha incurrido durante la tenencia en
su poder de esa mercancía.
Hay otros
mercados que se creen intocables y que no deberían escapar a la acción redentora
del Gobierno. La confección de tortas, por ejemplo, por parte de algunas
señoras, para venderlas en su propio barrio, a 200 metros a la redonda de su
propia casa – para amenizar cumpleaños y celebraciones - pero sin factura, sin
permiso sanitario, sin un control de precios que asegure un precio justo e
incluso usando para tales fines harina importada con dólares oficiales.
También llama
poderosamente la atención la cría doméstica de gallinas por parte de algunos
pequeños campesinos, que han sido sorprendidos en algunas ferias, sobre todo en
el interior del país, vendiendo sus gallos y gallinas, todavía vivos, sin respeto
alguno a las tasas de ganancia permitidas.
Cabe
mencionar, además, que en muchas de las ferias de hortalizas que se desarrollan
semanalmente en muchos puntos de la propia ciudad de Caracas hay quienes han
sido sorprendidos in fraganti vendiendo las zanahorias al mismo precio que las
lechugas, aun cuando los costos de producción no son exactamente iguales, razón
por la cual alguno de los dos productores está obteniendo una ganancia
extraordinaria que no hay razón alguna para que sea permitida.
Todos estos
casos están en etapa de estudio por parte de comisiones especialmente
constituidas para tales efectos, las cuales entregarán prontamente sus
conclusiones a las autoridades correspondientes. Dios nos pille confesados
cuando eso suceda..
sergio-arancibia.blogspot.com
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